Todo apunta a que se viene un buen papelón en Viña, no sólo por el festival, sino que por la presentación que tendrá Ernesto Belloni en la Quinta Vergara. Después de que lo pifiaran en Iquique, el pobrecito hombre-hetero y blanco, salió llorando por la violencia que sufrió. Quizás no hay que ser duros sólo con él, sino con todos los viejos vinagres-todo alrededor!
Esta generación de humoristas y comediantes a la antigua, ya no cambiaron. Onda, Paulo Iglesias, llevaba años sin salir en televisión abierta y lo primero que hace es reírse de la bipolaridad y del suicidio – y no cualquier muerte, sino que de Violeta Parra- Si realmente el famoso Che Copete se adapta a los conceptos actuales, admiro el movimiento social que llegó para cambiar todo. Incluso a los mayorcitos.
Che Copete se hizo famoso en un programa como Morandé con Compañía (antes hizo carrera en La Tía Carlina, películas como Cartagena Vice y el Jappening Con Já), lo que más se busca erradicar de la TV chilena. Y justamente a este personaje lo llevan a los festivales, es como si los productores no hubiesen entendido nada o se esforzaran por cagarla. O morbo.
Traen un tipo que llegó al estrellato por jotearse minas, burlarse de todo lo que salga de la norma y ser un curao, lo último es lo más aceptable de este personaje. Siempre tiene que demostrar esa insistencia del viejo verde, que se va a jotear a una modelo, que obvio que lo pesca, le hace chistes de doble sentido y busca dejarla como la tonta. Sin que ella se de cuenta, hace ademanes calientes sobre su físico e incluso el abrir una botella con su cuerpo. (Ver video en el minuto 19:14)
Pero creo que se viene un rotundo fracaso, como si de la noche a la mañana pueda desarraigarse de sus burlas y su humor a la antigua. El reirse de la camboyana, que es luchadora cuerpo a cuerpo, imitar como practicarían el sexo oral y todo porque son fáciles. Ese concepto es rancio. Cree que porque advierte que esto es humor, está exento de cualquier carga y responsabilidad social.
“¡Ay!, una mina, un silbido y se escandalizan” declara en uno de sus shows. Obvio que el abucheo te iba a llegar, por anticuado, reírte del futuro y del feminismo. Loco el burlarte de la esposa como la tirana, que todos los problemas que tiene el hombre son por culpa de su matrimonio. Esa era ya fue. Quizás ahora sale riéndose con lo políticamente aceptado, de Piñera y que la tiene chica. Habrá algún invento de que los pacos se comen entre ellos y tocar el tema cabo Cavieres y la Belencita. Porque en eso se basaba su humor, sexo, el ego, menospreciar a una mujer y después jotearse a la mina, como si fuera un galán.
Puede que su rutina se centre en un rehabilitado del alcoholismo, le hace show al gobierno y apoya al movimiento social. Pero bien dificil debe ser criticar al Kike Morandé, renegar lo que es y sobretodo si ya se ha mostrado así durante años. El cambio debe ser genuino y no una cuña para el marketing de su presentación. Che Copete está con la soga al cuello y está buscando salvarse el pellejo. Se va a enfrentar a un monstruo enojado, menos tolerante y, que si no funan el festival, lo más probable es que lo saque rápido del escenario.