Chile, se sabe, es un país generoso y de gente talentosa y multifacética. En el caso de Patricio Navia, aunque su bio rece “Political scientist and columnist” (Cientista Político y columnista), esto se manifestó en que ayer decidió ampliar un poco el abanico de sus conocimientos para travestirse de crítico de arte y ¿Por qué no, si es un país democrático? entregar una opinión, para muchos interesante, para otros desquiciada, reaccionaria y provocadora, sobre la vandalización de la fachada del GAM, provocada probablemente por unos idem.

Ahora, claro, aunque desde un transeúnte cualquiera, a críticos de arte y artistas de toda las disciplinas, y básicamente cualquier persona con un mínimo de sensibilidad y respeto leyó lo ocurrido como lo que era: un ejercicio de censura y destrucción. De una falta de respeto cruel y palurda.

Por si alguien no pasó por fuera del GAM observando el museo a cielo abierto que espontáneamente se había curado en el frontis, no se trataba solamente de grafitis (que ahora son el nuevo enemigo de la derecha, después de los OVNI, los venezolanos, cubanos, los narcos, los k-pop, los secundarios) sino también stencil, fotografía, murales, técnicas mixtas, eclecticismo. Aparte había humor gráfico y trabajados sensibles homenajes a las víctimas de la represión policial. O sea ctm había un trabajo serio y dedicado detrás. Era sin lugar a ningún tipo de duda arte escribiendo historia. Dejando un legado, de colores y técnicas, admirable en su fondo y forma incluso aunque tengas una roca en el pecho y no comulgues con la idea política detrás.

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Desde el #18deoctubre hemos documentado el arte público que ha sido muestra del cambio profundo que vive el país. El @centrogam ha sido uno de los lugares capitales de este proceso, desde su nacimiento como la UNCTAD III, pasando por el Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral, el Diego Portales y el GAM, su valor simbólico como sitio de memoria tomó un nuevo capítulo desde octubre pasado. A los que borraron todo lo hermoso que había ahí, les decimos que la memoria no se borra como les gustaría. Miramos con horror lo que pasó, pero estamos seguros que el estallido creativo de Chile volverá a usar ese espacio para pesar suyo, porque podrán cortar las flores, pero no podrán detener la primavera. . . . . . . . . . . . . #ChileDespertó #ChileQuiereCambios #ChileCambió #AsambleaConstituyente #artepublico #GAM #ConstituyenteParitaria #NuevaConstitución #artecallejero #santiagostreetart #Patrimonio #PatrimonioEfímero #PatrimonioChileno

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Pero para Patricio Navia no, para él, esa pintura roja con la que hicieron mierda todo el trabajo y la historia que había, es también arte. Acá hay que agradecerle el darle el punto a toda la gente que piensa que en general en la derecha no existe sensibilidad, ni social ni artística, y por ende para ellos esa destrucción puede efectivamente ser “arte” también.

Lo otro es que Patricio cae en una falacia en su segundo planteamiento en forma de pregunta cuando dice que ¿El arte popular no es que cada quien pinta lo que quiere donde quiere? Suponiendo que se refiere a arte urbano, callejero, la verdad es que existe algo de esa lógica, en el grafiti y el muralismo sobre todo. Pero siempre con algo de criterio y bajo la lógica del “juégatela con algo mejor que lo que había”.

Ahora, si para Patricio tirar unos baldes de pintura rojo sangre encima de las obras de arte que retrataban el estallido social y los homenajes a las víctimas de la represión es arte. Pucha allá él.

Dice bastante de su forma de ver las cosas.