Hace un par de días, salieron a la luz video-tutoriales en los que Sebastián Izquierdo, líder del movimiento libertario de extrema derecha “Capitalismo Revolucionario”, enseñaba cómo fabricar armas para las protestas por el Rechazo. También, hacía una distinción entre escudos “para piedrazos” y otros “para combate”.
El problema fue que en las grabaciones aparecieron pistas que indicaron la locación: una sede UDI en Santiago, específicamente la casa comunal del diputado de ese partido Jorge Alessandri.
Hoy, el congresista tuvo que salir a negar su vinculación con los hechos y afirmó no conocer a Sebastián Izquierdo. Además, llamó a investigar lo ocurrido y a desvincular a todos los militantes que podrían estar involucrados.
El revuelo por supuesto que fue nacional y no fueron pocos quienes se preguntaron si la reacción del gobierno hubiese sido igual en caso de ser un partido de oposición.
Lo que llamó la atención es que la respuesta oficial del partido contradice al diputado Alessandri. En tanto el diputado asumió el hecho como “grave”, desde la organización le bajaron el perfil a la situación.
Y Lavín hizo todo lo contrario: