De una semana a otra en la capital todo cambió. Con 201 casos de confirmados, lo que parecía una ciudad bastante calmada por el coronavirus se vistió de alerta roja y comenzaron a cerrarse cada vez más espacios, pese a la resistencia inicial del gobierno y algunos privados. Primero fueron los establecimientos educacionales a nivel ministerial ante la presión de los alcaldes, después algunos trabajos y ahora los malls y el retail.
Revisemos algunos datos que proporcionó La Tercera:
El tráfico en la hora punta del Metro cayó un 47,5 % respecto al martes pasado. La circulación de buses del Transantiago bajó un 18 %, principalmente por los chóferes que se encuentran en grupo de riesgo, los restaurantes bajaron en un 80% sus ventas. En tanto, Providencia decretó el cierre del Costanera Center, exceptuando farmacias y supermercado.
Desde el gremio, el secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, llama al bloqueo total de la ciudad: “En Chile ya estamos en un nivel en que el comercio, los espacios, como cines o restaurantes, deben suspender sus actividades. Ello lleva a menos circulación de gente que sea fuente de contagio. El caso de Italia se debe mirar, porque hoy está pagando las consecuencias”.
Varios apuntan a la necesidad de decretar un Estado de catástrofe para contener la curva de contagios. El gobierno, por su parte, se prepara para una emergencia de cien mil contagiados y 42 mil camas.