Al menos 80 personas murieron de manera violenta en Etiopía, luego de las manifestaciones que se desataron a raíz de la muerte del músico Haacaaluu Hundeessaa.

Las canciones de Hundeessaa se convirtieron en un verdadero himno de las protestas que en 2018 derribaron al anterior Gobierno del país.

La violencia registrada en el país ha venido a representar la sensación de marginación política por parte de algunos sectores con respecto al Gobierno del primer ministro Abiy Ahmed, ganador del premio Nobel de la Paz en 2019, quien intenta dirigir a su país hacia una política más abierta que la de su predecesor.

A pesar de las condolencias que expresó el mandatario y la promesa de una investigación en profundidad, las protestas, que han sido encabezadas en su mayoría por personas pertenecientes a la etnia oromo, de la que Haacaaluu era miembro y férreo activista, no se  han calmado.

La policía de Etiopía anunció la detención de 35 manifestantes durante las protestas. Junto con esto se confirmó la detención, el pasado martes de Jawar Mohammed, miembro del Congreso Federalista de Oromo y fundador de Oromia Media Networks.

El internet se bloqueó en todo el país y se reportan enfrentamientos entre la policía y manifestantes, además de varias detenciones.

La Unión Europea llamó al cese de la violencia en el país africano y pidió que el gobierno garantice la libertad de expresión.

Por su parte, Amnistía Internacional también criticó el apagón mediático que ha impuesto el gobierno durante las protestas.

“Las autoridades deben retirar inmediatamente el bloqueo total de Internet a nivel nacional y permitir que la gente acceda a información y rinda luto por el músico”, señala un comunicado de la ONG.

Esta oleada de protestas llega tras la congelación de las elecciones previstas para este año. Los comicios fueron retrasados a causa de la crisis del covid-19, sin embargo, la inestabilidad política del territorio pone en duda su realización definitiva.