El joven que el pasado 5 de junio fue secuestrado, torturado y recibió golpes de corrientes por seis neonazis en una casa okupa de Estación Central, decidió dar su testimonio, autorizando al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) a hacerlo público.
Se trata del joven tatuador Francisco Aranda (29), quien junto con aclarar que no tiene ninguna relación con la ideología neonazi, recuerda que conoció a los agresores hace años.
“Desde pequeño me junté en el Eurocentro, el cual era punto base de junta para tribus urbanas, a las cual yo pertenecí. Ahí conocí a estos “neonazis” cuando eran supuestos punks, dark, etc”, dijo en referencia a los agresores Ángelo Sánchez, Betzabet Soto, Rodrigo González y del menor de edad, A.I.G.S, que ayer fueron formalizados, y sobre José Rodríguez y Priscila Romo, detenidos hoy.
Añadió que a la casa okupa, donde fue torturado, llegó en febrero pasado por problemas económicos, y que al poco tiempo comenzaron los problemas, los cuales se agudizaron en razón de su orientación sexual.
“Últimamente (en la casa okupa) veníamos teniendo problemas de convivencia por diversas razones, nunca una en en especifico; alcohol, drogas hacían que la convivencia fuese cada vez peor y de a poco violenta”, señaló,
Por eso, añadió, “llegó el día donde empecé a retirar mis cosas de ahí porque ya no me sentía cómodo. Fui a sacar un bolso con mi ropa y a buscar unas agujas para tatuar”.
Los neonazis “estaban carreteando y me hicieron la encerrona. Mi mina estaba embarazada en ese momento, habíamos tenido una discusión y me acompañó a buscar mis cosas allá”.
En la ocasión Rodrigo González “me amarró a un palo junto a la Betzy (Betzabet Soto) y la Pila. Me pegaron con fierros, palos, me tiraban agua constantemente, mientras el hijo de la Betzy (menor de edad) me grababa y aprovechaba de golpearme”.
“Me trataban de weco y maricón, sus golpes iban acompañados de insultos homofóbicos. Me grabaron, me sacaron fotos, se dieron el tiempo de sacarse selfies conmigo desnudo y amarrado, ensangrentado y semi inconsciente”, sostuvo.
Denunció que “la Betzy llamó a varios tipos skinheads de índole NS (neonazis) para que me pegaran. Involucró a gente que yo ni siquiera conocía, y llegaron solo a golpearme. Mientras yo estaba amarrado, me dieron golpes de corriente incluso”.
Agregó que “quedé con fractura maxilofacial, fractura en la costilla. Llegué con hipotermia ya que estuve 6 horas amarrado, me tiraban agua helada constantemente, y nunca pararon de golpearme. Quedé inconsciente y llegó un momento en que asumí realmente que me iban a matar. Ya no di más y solo me entregue a lo que venía”.
“Me iban a violar, pero no lo concretaron porque debido a mis gritos los vecinos llamaron a los pacos, los cuales no hicieron nada. Yo solo quería salir de ahí cuando llegaron y debido al estrés comencé con convulsiones, llegué inconsciente a la mutual que está en el Metro Ecuador”.
“Debo aclarar también que nunca estuve de acuerdo con denunciar ya que estuve constantemente bajo amenazas yo y mi familia si es que esto se hacía público. Fui torturado por 6 horas, las peores 6 horas de mi vida donde me hicieron sentir que valía nada”.
“Comparto esto ahora para que se haga público y tengan cuidado con estos sujetos, porque lamentablemente esto seguirá pasando si no cambiamos como sociedad”, dijo.
Tras una conversación telefónica entre el joven y el Movilh se acordó además la próxima presentación de una querella contra los responsables.
FUENTE: Movilh