Cuando comencé a escribir este comentario no pude evitar recordar dos cosas: el tema de lo bueno que es elegir obsesivamente un enfoque cuando realizas un proyecto y de esa manía que tiene el chileno medio de andar por la vida quejándose, despotricando y separando buenos de malos aunque nunca aportando nada.

Al decir que se me viene a la mente lo del “enfoque” es porque desde el día 1, con la primera Fauna, es que para quienes calzan con “ese enfoque“, pueden sentir que se trata simplemente de las mejores fiestas que se están realizando hoy por hoy, así que todos los puntos a la productora por mantenerse fieles a su línea. Por otro lado, eso de que la gente que se queja, es porque me ha sorprendido el apartado especial que hacen casi todos los reviews, de analizar el look de la gente, criticar a las chiquillas enamoradas de la banda, lo cool que era la fiesta por más o menos rubiantez y un montón de cosas que en serio, son BULLSHIT.

Cuando quieres escuchar música buena y pasarla bien, la gente te importa un huevo.

Ahora vamos al comentario.

A simple vista, Miami Horror para el público común y corriente, lucía como un one hit wonder, por culpa de Sometimes, la canción más pegadiza y remixeada de su repertorio, es por eso que es agradable poder dar comentarios positivos sobre una banda que lleva muy poco como agrupación y además se aventuró a un lugar tan lejano como Chile con un álbum que con suerte lleva semana y media a la venta (u online, siendo realistas).

Para saber qué tipo de show fue el que presentaron, debemos observar Illumination su hiperfresco álbum que no es más que el resultado del obsesivo trabajo de su mentor Benjamin Plant, un disco que inevitablemente compararás con el trabajo de Cut Copy pero con méritos de sobra para brillar con luz propia gracias al placer instantáneo que genera. Odio caer en el cliché de comparar música con comida o similares pero este disco y todo lo que lo rodea es un cóctel de radio AM, repleto de sonidos y detallitos que lo convierten en la delicia de quien presuma audífonos decentes. Dentro de lista de temas, Infinite Canyons, Holidays, I Look To You, Moon Theory, Echoplex y Sometimes son los favoritos.

Ahora, centrándonos en el show, no fue más que el reflejo de su reciente disco y los exitosos EPS Bravado, Sometimes y Moon Theory. Quizás con un sonido un tanto más crudo que el que esperaríamos pero en el que se dieron tiempo para mostrar desplante y empatía a pesar del clásico problema del idioma, lo que sumado a una buena batería de hits nos dió el clásico escenario chileno: primeras filas saltando, coreando y sobreexitándose, los siguientes bailando, la masa moviendo el pie mientras el resto observa con cara rancia, esperando que Miami Horror les diera quizás qué cosa (un featuring Américo probablemente), aunque por suerte esta vez eran los menos.

Javiera Mena previamente demostró lo que todos sabemos: que está más madura, tiene público fiel y una buena cantidad de canciones como para levantar tocatas por sí sola.

Lamentablemente la fiesta, a cargo de los “residentes” del Club Fauna, se sienten frecuentemente como relleno (o sin ganas), pero en serio relleno; casi todos hemos asistido una que otra vez a sus fiestas más pequeñas y conocemos  sus sets, pero cuando se trata de fiestas Fauna, en lugar de mostrar algo de lo que hacen normalmente, suenan como música ambiente que invita a bajonear e irte a casa más que con ganas de quedar enfermo bailando. Hasta el volumen lo dejan más bajo…

Más tarde, el DJ set de Miami Horror lució como la salvación para quienes esperaban llegar de día a casa, con una selección finísima de remixes de todo mundo, que encendió la alcoholizada pista al máximo. Igual nos quedamos con ganas del increíble Embrace, remix que hicieron para PNAU & Ladyhawke, ya que a la hora de retirada, 4:30, aún no sonaba, pero buah!, eso al lado del setlist de la noche no era más que un capricho.

Como siempre, las fotos en Facebook, en Weekend Never Dies y un video que grabamos en mono pero igual salva.

http://www.youtube.com/watch?v=MNNuI81BzQ8