La joven china de 30 años se reunió con un hombre que su familia le presentó con el objetivo de que encontrara pareja, pero aquel primer encuentro se extendió más de lo esperado, debido al aviso de confinamiento que las autoridades decretaron para enfrentar el aumento de contagios por Covid-19. Sin mayores opciones ante las estrictas normas gubernamentales, debió quedarse ahí y decidió documentar su experiencia diaria. 

Luego de que se detectara el contagio de un civil con la variante Ómicron en Beijing, China aumentó la exigencia de sus normativas para producir el Covid-19. Según informaron las autoridades oficiales, inspeccionaron a más de 13.000 personas que tuvieron contacto directo con el paciente, mientras que también limitaron los vuelos internacionales y desplazamientos en el país.

Pero la estricta preocupación del gobierno en torno a la propagación del virus venía desde antes, más aún en un escenario en el que recibirán los Juegos Olímpicos de Invierno entre el 4 y el 20 de febrero, evento deportivo que no venderá entradas abiertamente al público, pero que sí podrán ser adquiridas por un grupo selecto por el comité organizador.

Los datos recolectados por la agencia internacional, Reuters, detallan que China presenta una media de casi 190 contagios al día, mientras que desde el inicio de la pandemia han acumulado un total de 4.636 muertes hasta el mediodía de este lunes.

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Si bien, los habitantes del país se ven expuestos constantemente al bombardeo mediático del gobierno, una joven china no sospechó que algunos sectores de su ciudad, Zhengzhou, volviesen a caer en confinamiento luego de que se reportaran más de 100 nuevos casos en el territorio durante la semana pasada.

Según comentó la mujer de apellido Wang (30) en una entrevista con el diario The Paper de Shanghái, al que no quiso revelar su nombre para proteger su identidad, su familia le presentó a varios pretendientes para que iniciara una relación amorosa y, precisamente, una de esas citas ha durado más de lo que esperaba.

“Quería demostrar sus habilidades culinarias y me invitó a cenar a su casa”, relató, pero justo cuando llegó a su residencia para reunirse con él, “hubo un brote y su comunidad fue confinada y no pude salir”.

A partir de ahí, Wang empezó a publicar videos en los que muestra cómo es su vida diaria en la casa del hombre que, inicialmente, era un completo desconocido. En los registros audiovisuales que ha compartido en Weibo, red social china similar a Facebook, se puede ver cómo el hombre le cocina y realiza diversas tareas domésticas para que ella se sienta cómoda. Mientras tanto, ella no sabe cuándo podrá volver a su casa.