Cada vez son más las personas que comparten varias de las rutinas asociadas a las de una pareja romántica tradicional, con la única diferencia, de que lo hacen en el marco de la amistad. Uno de estos casos es el de la estadounidense Kate Tillotson, que si bien tiene un novio, dice que él es solo “la guinda del pastel”, mientras que ella y su amiga más íntima son “el pastel”.
Cuando las amigas estadounidenses Kami West (31) y Kate Tillotson (31) se reunían por las mañanas para ir a dejar al hijo de la primera a un jardín de niños en Tulsa, Oklahoma, la mayoría de los apoderados y profesores centraba su mirada en ellas.
Si bien, al inicio lo hacían de una manera disimulada, pero también evidente para ambas, con el tiempo empezaron a acercarse para hacerles preguntas como, “¿son hermanas? ¿Cómo se conocieron?”, a las cuales ellas siempre respondían que eran amigas y que se conocían hace varios años, debido a que esa era la verdad.
“Muchas veces la gente pensaba que estábamos saliendo como pareja”, declaró Tillotson en una entrevista con The Atlantic, pero a pesar de que las dudas que les planteaban sobre la relación entre ambas eran cada vez más y de mayor profundidad, el resto recién creyó que realmente eran amigas cuando detallaron que se conocieron en el servicio militar, un dato que según comentaron al citado medio, lo relacionaron como “el tipo de ambiente en que se podría engendrar” una amistad así de cercana, por lo que dejaron de mirarlas cuando llegaban al recinto educacional.
West y Tillotson comparten muchas de las actividades que tradicionalmente se consideran como parte de una relación de pareja tradicional e, incluso, se refieren a sí mismas como “esposas” como una muestra de cariño, pero el único aspecto que no realizan juntas es el sexo.
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Actualmente, cuando se habla de los términos “amor” y “relación” en una misma frase, la mayoría tiende a pensar inmediatamente en un vínculo romántico y sexual entre dos personas que se proyectan juntas en un plan de vida, pero la realidad, es que la concepción cultural de estas palabras ha evolucionado con el paso del tiempo.
Desde el ámbito del matrimonio, la psicóloga de la Universidad de Northwestern, Eli Finkel, manifestó a The Atlantic que, desde su visión académica e investigativa, existen tres épocas distintas en el entendimiento social de ese concepto. La primera, que abarca desde el periodo colonial hasta 1850, se centraba en que las parejas satisfacieran sus necesidades económicas, mientras que la segunda, la cual se desarrolló hasta 1965, se concentraba más en la atracción romántica.
A partir de ese año, surgió un tercer entendimiento, en donde las partes involucradas empezaron a ver al otro como un espacio en el que podrían abordar aspectos comunes tanto en lo sexual, lo intelectual, lo emocional y lo económico, entre otros. En este sentido, Finkel planteó que desde ese periodo histórico, las amistades pasaron a posicionarse en un segundo plano a ojos de la sociedad, mientras que las relaciones matrimoniales pasaron a figurar en el centro.
Según analizó la psicoterapeuta Esther Perel en una entrevista con el citado medio, “cuando canalizamos todas nuestras necesidades íntimas en una sola persona, en realidad estamos haciendo la relación más vulnerable”, debido a que si la pareja no cumple con las expectativas en cada uno de sus aspectos, se genera la sensación de que hay un problema.
Hoy, el entendimiento de este tipo de relaciones se encuentra en un constante cambio, en donde las apreciaciones de la académica se condicen con las cifras. Un informe del Pew Research Center de 2017, reflejó que el 42% de los adultos estadounidenses no viven con un cónyuge o pareja, mientras que la última encuesta General Social Survey de 2021, la cual también considera a la población de dicho país, reflejó que cada vez hay menos interés en el matrimonio y el emparejamiento en su forma tradicional.
Frente a este escenario, Eli Finkel y Esther Perel coinciden en que las amistades íntimas, como la de Kami West y Kate Tillotson, están posicionándose socialmente con cada vez más fuerza, aunque no sería la primera vez en que esto sucede en la historia.
En el periodo que abarca desde el siglo XVIII hasta principios del XX, era común que se desarrollaran “amistades románticas”, en donde las personas involucradas se trataban a sí mismas como “mi amor”. Por otro lado, entre 1833 y 1856, grupos abolicionistas como el de la afroamericana Amy Matilda Cassey, desarrollaron los llamados “álbumes de la amistad”, en donde varias personas escribían poesía y ensayos cuestionándose factores como el rol de la mujer en la sociedad.
Si bien, al igual que en otros aspectos de la vida humana, no existen formas que definan naturalmente cómo debe ser una amistad, ya que estos aspectos varían según las experiencias individuales y los contextos culturales, sí hay más visibilidad de personas dispuestas a posicionar estas relaciones en el centro de sus intereses interpersonales.
Otras amigas entrevistadas por The Atlantic, Sylvia Sochacki (20) y Mia Pulido (20), se refieren a sí mismas como “almas gemelas” y les resulta liberador basar su vínculo en torno a las necesidades y deseos que tiene la otra, mientras que Joe Rivera (59) y John Carroll (52), optaron por vivir en casas vecinas para poder pasar más tiempo juntos y “volver caminando después de cenar”. Asimismo, Nicole Sonderman (37) detalló que la relación con su fallecida amiga, Rachel Hebner, era como “tener una compañera de vida y no querer besarla”.
En grupos del movimiento LGBTIQ+ como el asexual y el arromántico, además de la comunidad poliamorosa, este tipo de vínculos tienden a ser más aceptados y visibles socialmente, aunque aquello no determina que las personas involucradas deban identificarse obligatoriamente con alguno de estos términos.
En el caso de Kami West y Kate Tillotson, las dos amigas que mencionábamos al inicio, ellas se ven mutuamente como un motor de apoyo para sus vivencias personales y, a pesar de que esta última tiene una pareja romántica, considera que es solo “la guinda del pastel”, mientras que ella y West son “el pastel”.