Un equipo de académicos de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, realizó una simulación para conocer cuáles serían las consecuencias de un eventual conflicto de ese tipo entre la OTAN y Rusia. Según su hipótesis, se generarían al menos 91.5 millones de víctimas en un periodo aproximado de cinco horas, mientras que 34.1 de esa cifra corresponderían a muertes inmediatas.
La situación en torno a una incursión militar por parte de las fuerzas militares rusas en la frontera con Ucrania ha sido un factor preocupante para la comunidad internacional durante las últimas semanas, un escenario en donde tanto Vladimir Putin como las autoridades de Estados Unidos y la Unión Europea han intercambiado un diálogo de advertencias constantes.
Una de ellas fue en una reciente conferencia del mandatario ruso, en la que según informó Los Angeles Times, dijo que “nadie debería tener ninguna duda de que un ataque directo a nuestro país llevará a la destrucción y consecuencias espantosas para cualquier posible agresor”, además de destacar que el Kremlin es “una de las potencias nucleares más fuertes y también tiene una cierta ventaja en una gama de armas de última tecnología”.
Ese tipo de declaraciones, las cuales se acentúan más en la actualidad, llevaron a que un grupo de investigadores de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, desarrollara una simulación en 2019, en la que mostraron cuáles serían los resultados de un eventual conflicto de este tipo entre la OTAN y Rusia.
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“El riesgo de una guerra nuclear ha aumentado dramáticamente en los últimos dos años a medida que Estados Unidos y Rusia han abandonado los tratados de control de armas nucleares”, detallaron los académicos en una publicación web del programa de Ciencia y Seguridad Global del recinto de estudios.
Según sus proyecciones en torno a movimientos nucleares hipotéticos, el primero de los ataques duraría cerca de tres horas, tiempo en el que habría más de 2.6 millones de víctimas, mientras que el segundo duraría cerca de 45 minutos y dejaría un aproximado de 3.4.
Aquello sería solo el inicio, ya que después cada sector tendría los recursos necesarios para seguir enviando ataques de entre cinco y diez ojivas nucleares a 30 ciudades distintas desde cada potencia.
En un eventual escenario así entre la OTAN y Rusia, estiman que se generarían al menos 91.5 millones de víctimas en un periodo aproximado de cinco horas. De ese número, cerca de 34.1 serían muertes inmediatas, mientras que 57.4 corresponderían a heridos en distintos grados. Junto con ello, también sentenciaron que la radiación por el uso de estos elementos afectaría “significativamente” a las condiciones de vida de los sobrevivientes a nivel global.