¿Te ha pasado alguna vez que frente a una nueva palabra tu perro responde inclinando su cabeza de manera graciosa? ¡Encontramos la razón! Según estudios, los perros son capaces de reconocer diferentes idiomas y saben cuando les decimos palabras sin sentido. ¿Qué esperas para ponerlo a prueba?

¿Cómo se llevó a cabo este estudio? 18 perritos fueron sometidos a una resonancia magnética, mientras a través de unos audífonos una voz femenina recitaba una famosa línea de “El Principito”. Primero, lo hizo en español, luego en húngaro. Dos de estos caninos estaban familiarizados con el primer idioma y el resto con el contrario. Ninguno había escuchado nunca el idioma opuesto.

¿Qué pretendían descubrir los investigadores? Precisamente, lo que ocurrió: ver dónde y cómo se iluminaba el cerebro cuando se exponía al perro a idiomas familiares y otros desconocidos. Y, tal como esperaban, los escáneres cerebrales mostraron áreas únicas del cerebro que se activaron cuando se les habló en un idioma desconocido en comparación con cuando se escuchó un habla familiar.

Pero, ¿qué pasa con las palabras sin sentido? Fueron parte también del estudio. Justo después de la prueba del idioma, comenzaron a oír una serie de palabras sin sentido. Éstas eran ridículas, desconocidas para cualquiera, también para los perros.

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Y pasó algo muy parecido. El cerebro de los animales también mostró diferentes patrones de actividad en la corteza auditiva primaria cuando se pronunciaban palabras sin sentido que cuando se producía el habla natural.

Por tanto, los investigadores a cargo de este estudio, llegaron a una conclusión: los perros son capaces de reconocer diferentes idiomas y además saben cuando se les habla sin sentido.

Lo que los convierte en la primera especie no relacionada a los primates en la que se puede demostrar la capacidad del lenguaje espontáneo. Además, esta se convierte también en la primera vez que este fenómeno se puede localizar, es decir, ver en qué parte del cerebro tiene lugar esta combinación de dos idiomas.

¿Y tú lo intentarás con tu peludito?