Poliamor, tríos y una perspectiva poco común de la infidelidad, son solo algunas de las temáticas que aborda el sexólogo Walter Hugo Ghedin, quien plantea que a pesar de que cada vez hay más instancias para hablar de sexualidad, también hay detractores.
Si vives en el 2022, seguramente la constante transformación de la sexualidad como manifestación humana no te resulte una sorpresa. El psiquiatra, psicoterapeuta y sexólogo argentino Walter Hugo Ghedin lo plantea así y propone que, aunque estamos pasando por una apertura en el tema, aún falta, recalcando categóricamente que “de lo anterior, no se vuelve más”.
En conversación con Infobae, el especialista con más de 35 años de carrera, releva el valor de la visibilidad ganada por las diversidades y el rol que han jugado en la educación sexual, proponiendo la formación de nuevos vínculos y abriendo la discusión hacia prácticas que “posiblemente antes estaban ocultas o reservadas para otras orientaciones” (no heterosexuales).
En este sentido, Ghedin explica que las personas heterosexuales de hoy se ven más abiertas a hablar de tríos, relaciones abiertas, relaciones poliamorosas y una nueva tolerancia hacia la infidelidad. Frente a este último caso, también plantea que “antes la infidelidad era juzgada, criticada y generaba un conflicto muchas veces irreversible en los vínculos. Hoy existe más tolerancia. Pasó, ok, igual nos queremos. Seguimos adelante. No se olvida el hecho, pero se comprende mejor dentro de este marco de apertura”.
“Vamos hacia borrar los límites de género porque el binarismo ya está roto con la diversidad de géneros. Se trata de una diversidad de géneros que es necesaria por su apertura, su visibilidad y presencia”, propone Ghedin agregando que “en un futuro seremos personas que definimos qué hacer con nuestra vida sexual de acuerdo a nuestros deseos”.
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El sexólogo cuenta que, aunque “la gente se confunde ante tantas posibilidades de género y orientación”, cada vez atiende más jóvenes que llegan a su consultorio diciendo que su género es fluido, agregando que “es una apertura necesaria” y que espera que “en un futuro tal vez no sea necesario decirlo”.
Además de valorar el rol de las diversidades, Ghedin explica que hoy la mujer se planta de otra manera frente a lo sexual, que puede pedir lo que le gusta y no teme guiar al hombre sin problemas, poniendo límites claros en la relación y quebrando las normas sociales impuestas históricamente. “La movida es de las mujeres y ahí los hombres nos tenemos que poner a la altura”, agrega.
Aunque esta apertura parece ser favorable, el psiquiatra explica que estos cambios también producen resistencia entre quienes viven aferrados a una moral que cuestiona lo nuevo. “Hay que decir que han aumentado las fobias sexuales”, dice, agregando que “las relaciones tienen nuevos códigos e interacción y aquella persona que cree o tiene incorporado cierto modelo de relación, no sabe cómo avanzar”.
Ghedin cuenta que, cuando las personas han enfrentado situaciones de anorgasmia, pérdida de la erección y eyaculación precoz, en ciertos casos evitan tener contactos amorosos o sexuales, porque creen no saber tener un encuentro pleno en este sentido.
“Hoy hay mucha consulta que no tienen en sí una disfunción sexual desde lo clínico, sino que viene para mejorar una situación, porque los cuerpos se han distanciado”, explica agregando que “sienten que quieren estar juntos pero han perdido esa posibilidad de conectarse y disfrutar el momento de intimidad”, explica.
Pese a que este tipo de problemas hace aparecer lo que llama “cultura de la soledad”, el especialista valora la tendencia a relacionarnos más allá de las categorías y borrar los márgenes. “Sí, las categorías son muchas, no binario, género fluido, asexual hay tantas banderas. ¿Por qué tanto? Yo diría ¿por qué no? Es necesario”.