Todos los expertos en cuidado de la piel están de acuerdo. Ante un rostro fotoenvejecido, si se quiere mejorar el aspecto general de la piel, hay que recurrir al retinol. Pero… ¿Qué es exactamente el retinol? Se trata de la vitamina A en forma de activo cosmético, pero no es el único activo derivado de la vitamina A, sino que forma parte de una familia llamada retinoides. Los retinoides pueden ser de venta al público (cosméticos y cosmecéuticos, dependiendo de su pureza y concentración) y los prescritos por el dermatólogo (los que te preparan en la farmacia).
Entre las primeras, está el retinol (menos estable) y el retinaldehído (más estable). El médico suele recetar la faceta más efectiva: el ácido retinoico (vitamina A pura). El ácido retinoico es cien veces más efectivo que el retinol, aunque irrita más. En muchas publicaciones aparecen ambas moléculas como sinónimas, pero tienen una eficacia muy diferente. De hecho, hay pocos estudios que demuestren el papel del retinol en el envejecimiento cutáneo y miles que demuestran la eficacia del ácido retinoico.
A pesar de esto, el retinol es el activo cosmético de aplicación tópica con mayor número de estudios médicos y científicos que avalan su eficacia en la atenuación de los síntomas más comunes de uno de los principales miedos de las mujeres: el envejecimiento cutáneo.
Cientos de test clínicos y mediciones confirman su extraordinaria capacidad en mejorar tanto la textura y tersura de la piel (reducción de arrugas, líneas de expresión e incluso pliegues producidos por la pérdida de firmeza) y marcas como La Roche Posay, Kiehl’s, The Ordinary o Sesderma ofrecen decenas de productos con este componente.
¿Cómo actúa el retinol?
Penetrando en las capas profundas de la piel, gracias a su ligero peso molecular, y estimulando el colágeno y la elastina. Lo que lo hace imbatible es que también mejora el aspecto de la capa exterior de la piel. Beneficia el proceso de renovación celular, por lo que la piel muerta se va rápido y aparecen capas de piel nuevas más luminosas. Pero, el retinol también regula el proceso de queratinización para suavizar la tez. Su problema es que puede irritar las pieles sensibles y además no debe usarse si va a exponerse la piel al sol. Al menos, así era hasta ahora. Las nuevas investigaciones se dirigen, precisamente, a reducir estas dos pegas.
Entre los avances relacionados con este derivado de la vitamina A están los métodos de fabricación en frío, encapsulados y con tiempo de liberación controlado que permiten entregar la misma concentración que los productos regulares de retinol, pero que se libera en la piel durante horas, no minutos, disminuyendo así la irritación pero no la eficacia.
¿Qué opinan los expertos acerca del retinol?
- Ayuda a promocionar la síntesis de colágeno.
- Mejora la textura de la piel.
- Incrementa la hidratación de la piel.
- Es el mejor principio activo para revertir el fotoenvejecimiento.
- Cierra el poro.
- Regula la producción de grasa.
- Favorece la renovación celular.
- Tiene efecto antioxidante porque previene la disminución de la enzima SOD durante el estrés oxidativo.
- Previene la hiperqueratinización.
- Mejora las arrugas finas y profundas.
- Gracias a la renovación celular aviva el brillo de la piel revelando una piel visiblemente más joven.
- Favorece la producción de colágeno ayudando a luchar contra la flacidez y evitando la destrucción de la colagenasa.
Cómo se debe aplicar el retinol
A la hora de utilizar retinol, hay que ser cauto. Los expertos no aconsejan su uso libre sin asesoramiento cualificado, es decir, utilizarlo al azar sin saber la dosis más adecuada, los productos con los que es mejor no mezclarlo, el mejor momento para usarlo, el riesgo de padecer manchas si a la vez se está tomando algún fármaco… Un consejo: si tras las primeras aplicaciones aparece sensación incómoda en la piel, hay que espaciar las aplicaciones hasta que la piel se habitúe. Hay que evitar el contacto con los ojos y, a menos que el envase diga lo contrario, llevarlo siempre con protección alta encima si se va a salir a la calle.