Luego de 13 años, Los Tetas regresaron para quedarse en un concierto lleno de éxitos y energía.

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(Fotos por @Carolina Fajardo e @Ignacio Mercader)

Le pedí prestado el DeLorean a mi amigo Marty y retrocedí unos cuantos años en el tiempo. Tomé mi Walkman, saqué un cassette de su interior, y con un lapiz bic hice rewind hasta que encontré el tema que estaba buscando. No me interesaba que estaba diciéndome el profesor en ese instante en el colegio. Lo único que tenía toda mi atención era un sonido funky, unas rimas y una chica que cantaba “necesito un doctor…y conseguir la medicina“.

Aquella chica es hoy una de las mejores representantes de la música chilena. Me refiero a Anita Tijoux, quien además de Juan Sativo, MC Chico Claudio, Boomer, Latin Bitman y Eric Bobo (Ritmo Machine) acompañaron el tan esperado regreso de la banda que dio nueva vida al funk nacional: Los Tetas.

Y es que es imposible no sentirse de vuelta al pasado al recordar tantos buenos momentos en que este grupo te acompañó junto a éxitos como Corazón de Sandía, Bola Disco, Contra Viento y Marea, Colón, Generación Perdida, entre tantos otros, perfectamente tocados y disfrutados por todo el público que realmente repletó el Caupolican.

He asistido a muchos eventos en ese recinto, y creo que es la primera vez que lo veo totalmente atiborrado de personas cantando y saltando en cada tema.

El regreso de Los Tetas no es casual. Sus fans lo habían pedido tanto que no pudieron hacer oídos sordos a su petición. Y ahora, con mayor experiencia (debido en parte al camino solista que tomaron algunos de sus integrantes) y más maduros están de vuelta en la ciudad.

Más que seguro se vienen muchas sorpresas, muchos conciertos y apariciones, y quien sabe si próximamente los doctores del funk  nos entregan una nueva medicina.