Eso que querías saber de la electrónica más mainstream.
Cada vez que mis padres me decían: “En mis tiempos la música era distinta, no era como la que escuchan ahora los jovenes”, no podía evitar preguntarme: Si esta música es tan distinta ¿Qué irán a escuchar mis hijos?, y me imaginaba una especie de sonidos electrónicos que se venían de otra galaxia.
Como todo va cada vez más rápido, la música que pensaba iba a escuchar mi descendencia , la escucho yo, aquí y ahora. Y es que esos sonidos electrónicos con bajos de frecuencias bajísimas, gritos y sintetizadores realmente parecen sacados de otro planeta. Entonces, ¿De donde salió eso que llaman Dubstep, y que es tan mainstream que sale hasta en los comerciales de ceral?
Luego de indagar en las raíces de este genero, todas las fuentes indican más o menos lo mismo: Es un estilo musical nacido en Inglaterra, entre 1999 y 2000. Recibe su nombre debido a sus orígenes en el Dub, música jamaiquina que se caracteriza por utilzar sub-bajos muy potentes (menos de 90 o 100 Hz), la cual se mezcló con 2-step garage y break beats, agregando sintetizadores por doquier en su evolución.
Cuenta la historia que el término Dubstep se acuñó cuando Ammunitions Promotions, quienes dirigian el club Forward>> quisieron dar un nombre a esta nueva música. Este lugar es considerado el precursor de la nueva electrónica, ya que en su programa de radio Rinse FM daban espacio para distintos sellos y artistas que estaban creando nueva música tomando influencias de lo que ya conocían, y experimentando un poco. De hecho, ellos potenciaron el movimiento con su disco “Dubstep Allstars Vol 1” consolidando el nombre que lleva hasta el día de hoy.
Si hay algo que caracteriza al Dubstep, además de toda la locura de sus sub-bajos y sintetizadores, es lo que se llama “Syncopation” o “Ritmos Sincopados”: La estrategia compositiva destinada a romper la regularidad del ritmo, por medio de la acentuación de una nota en un lugar débil o semifuerte de un compás. Es decir, un total vuelco a la música convencional por medio del quiebre del ritmo. Este recurso del Dubstep bien utilizado es el delirio de los fanáticos de este genero.
La historia de como fue evolucionando es la típica que todos conocemos: Se hizo muy popular en Inglaterra, luego por internet se propagó como un virus, y finalmente se ha transformado en un producto más de la industria musical al más puro estilo de la mierda pop que de alguna u otra forma igual gusta y vende.
Personajes como Skrillex han llevado a que este estilo de electrónica llegue a casi cualquier rincón del planeta, recalando incluso en el culo del mundo, nuestro querido Chile, siendo el personaje principal de lo que será Lollapalooza 2012.
¿Bueno, malo, vendido? Saque sus propias conclusiones. Yo por mi parte doy la mía: Me gusta el Dubstep. Creo que tiene un ritmo y una flexibilidad que dan para experimentar durante muchos años, y haciendo referencia a la premisa de este post, me siento como si estuviera en el futuro cada vez que esas frecuencias bajas se cuelan por mis tímpanos a la velocidad del sonido. Además, como amante del Hip-Hop, creo que su mezcla es natural y necesaria, y ya se están viendo luces esa unión