Mundo enfermo y triste. Las niñas tuvieron que idear un plan para probar que el padre de una de ellas estaba abusando de su amiga. El hecho ocurrió en Uruguay.
“La víctima, una niña de 10 años, concurría a jugar y escuchar música asiduamente a la casa de una amiga de la misma edad. En esas circunstancias, aprovechando momentos en que su esposa estaba trabajando, el abusador mandaba a su hija al almacén para quedarse a solas con la pequeña y procedía a manosearla en sus genitales“, afirma el comunicado de la fiscal uruguaya Mariela Núñez y que publicó ayer Infobae.
Los datos entregados por la fiscalía del país también aseguran que los abusos ocurrieron durante el transcurso de un año. La menor se sinceró con su amiga y juntas planearon una emboscada para poner fin a las agresiones.
El hecho fue registrado por una computadora “Ceibalita”, laptop de bajo costo que se entrega de forma gratuita a todos los alumnos de las escuelas uruguayas.
El abusador es un hombre de 62 años, de clase media y que no cuenta con antecedentes penales. Actualmente se encuentra procesado y de ser condenado, podría recibir una pena de entre dos y seis años de cárcel según la jurisdicción de Uruguay.
“Evidentemente algún mensaje lamentable le estamos mandando a los niños para que una chiquilina de 10 años presuma que no le vamos a creer” señaló para la prensa local la directora de la división de Políticas de Género July Zabaleta.
Según datos facilitados al periódico uruguayo El País, de un total de 2.647 casos de violencia intrafamiliar detectados en 2016, el 20% corresponde a abusos sexuales a niños.
“Los niños no mienten ni inventan” relata el texto entregado por la fiscalía.
El abuso infantil en Uruguay es un problema que viene escalando desde hace décadas en el país. Meses antes se reportó que, en la nación con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, cerca de 7 niños son abusados al día. La mayoría de los casos -el 93%- corresponde a abusos perpetrados por familiares cercanos.
La mayoría de las situaciones fueron reiteradas y un 62% de las denuncias fueron minimizadas en un principio por las autoridades, llevando a que menores de edad busquen registrar su trauma para ser tomados en cuenta como ocurrió en esta oportunidad.
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