Una revelación del medio Insider señala que en 2016, el magnate mostró sus genitales y le ofreció un caballo a cambio de un masaje erótico al interior de su avión cuando volaban a Londres. El caso no llegó a tribunales porque llegaron a un acuerdo para que la azafata no revelara la información.

El día de ayer, el medio estadounidense Insider dio a conocer una información muy sensible que involucra al hombre más rico del mundo, Elon Musk. 

Según afirma la nota publicada por el medio especializado en economía, SpaceX -su compañía aeroespacial- pagó 250 mil dólares a una azafata del avión corporativo de la empresa para que no denunciara un episodio de acoso sexual que sufrió por parte de Musk. 

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La publicación cita fuentes como documentos del acuerdo de indemnización y la declaración firmada de una amiga de la afectada. Es ella quien cuenta que el hecho ocurrió en 2016, cuando su amiga, después de aceptar un trabajo como azafata en la flota de aviones de la empresa, hizo un curso de masajista para atender al magnate. 

Durante un vuelo a Londres, Musk le pidió un masaje “de cuerpo completo” en su cabina privada de su avión Gulfstream G650ER. El relato de la mujer, a quién la azafata le entregó todo los detalles dice que cuando su amiga entró a la habitación, él estaba desnudo, solo cubriendo la parte inferior de su cuerpo con una sábana. Después, habría expuesto sus genitales y le ofreció regalos a cambio si ella “hacía más”, refiriendose a actos sexuales.

Así es el interior de un Gulfstream 650ER. Imagen del sitio de la compañía. 

“Sacó su pene, estaba erecto. Y empezó a hacerle proposiciones, como tocarle el muslo y decirle que le compraría un caballo. Básicamente, trató de sobornarla para que le hiciera algún tipo de favor sexual”, cuenta la amiga de la azafata en su declaración. 

En 2018, dice el medio estadounidense, tras darse cuenta que el rechazo al acoso por parte del dueño de la compañía habría complicado sis oportunidades de crecer dentro de la compañía, la azafata contrató una abogada laboralista, que resolvió rápido la situación en una mediación a la que Musk habría asistido en persona. 

El caso no llegó a tribunales porque firmaron un acuerdo en noviembre de ese año para que la azafata fuera despedida, a cambio del pago de 250 mil dólares y el compromiso de que no presentara una demanda ni diera publicidad al tema. De hecho, el acuerdo prohíbe a la mujer incluso hablar de este pago, lo que tiempo después sería prohibido por una ley que no permite llevar a cabo este tipo de arreglos, a menos que nazcan de iniciativa del demandante. 

Buscando su versión de los hechos, Insider contactó a Musk pero él pidió más tiempo y señaló que habría más información en la historia, que según él estaría “políticamente motivada”. Finalmente Musk no quiso declarar para el reportaje, pero después de su publicación, dijo en Twitter que “los ataques contra mí deben verse a través de una óptica política. Este es su (despreciable) manual estándar, pero nada me disuadirá de luchar por un buen futuro y por el derecho de ustedes a la libertad de expresión”.

Por la misma vía, más tarde, agregó otro tuit en que señalaba “y, para que conste, esas descabelladas acusaciones son totalmente falsas”. 

También el medio se puso en contacto con el responsable de asuntos legales de SpaceX, Christopher Cardaci, sin embargo solo se limitó a contestar que “no voy a comentar sobre ningún acuerdo”.