El Movimiento Salud en Resistencia (MSR) realizó un estudio al agua que expulsaba el guanaco “debido al número creciente de pacientes que han presentado reacciones alérgicas, tras exposición a agua proveniente de camión lanza aguas utilizado por Carabineros de Chile”.

La Química Molecular Francisca Leiva Moret, de la Universidad de Chile, estuvo a cargo del análisis al agua del guanaco en un laboratorio independiente.

Y bueno, para qué entrar en demasiado detalle científico- que en todo caso igual lo puedes leer acá– el informe reveló en palabras simples que el agua que tira la policía a los manifestantes tiene el mismo componente del gas pimienta y también soda cáustica, lo que explica las reacciones alérgicas y las quemaduras.

Aunque esto te pueda sonar como una brutalidad y casi un crimen de guerra (aunque considerando el uso de balines de plomo y los disparos de bombas lacrimógenas directo a la cara quizá, por terrible que suena, no te sorprenda tanto) el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, en una extrañísima entrevista radial dada hoy donde evitó preguntas, contestó lo que quiso y se comportó como un robot, dijo que “los protocolos en materia de agua permiten agregar algunos químicos, pero no en más de un 2%”.

O sea que lo justificó. El director general de Carabineros de Chiles, Mario Rozas dijo en una argumentación circular que: “Siempre nos han cuestionado nuestros medios, que son medios que el Estado ha puesto a disposición y como siempre vamos a informar los componentes que tienen estos medios y lo más probable es que pase este cuestionamiento”.

Recordemos que antes había asegurado que las personas que presentaban reacciones adversas al chorro de agua del guanaco era gente que “tenía alguna enfermedad pre-existente” o alguna tontera de ese calibre, que hoy cuando se sabe a ciencia cierta esto, suena más bien como una peligrosa mentira.

Recordemos además que desde que el año 2015 un chorro del guanaco estuvo a punto de matar a un joven llamada Rodrigo Avilés que según el protocolo, el disparo de agua no puede apuntar directo al cuerpo de los manifestantes.