“Te tenemos fichado”, le habrían dicho unos carabineros al joven pescador y dirigente sindical cuando esperaba la liberación de manifestantes detenidos en Quintero. La PDI reconoció que el joven había sido amenazado, la vocera de la familia contó detalles del hecho y el mundo político exige una investigación a fondo del desconcertante hecho.

Un video muestra lo que fueron las últimas horas de vida de Alejandro Castro, conocido por sus amigos y familiares como “El Mecha”. Con tan solo 27 años el joven pescador era uno de los líderes del movimiento ciudadano que se manifestaba contra el desastre ambiental que se vive en Quintero y Puchuncaví.

El registro da cuenta de una marcha pacífica llevada a cabo ayer en el centro de Valparaíso. Sin embargo esta mañana, y cuando gran parte de los medios y las redes sociales daban cuenta de la conmemoración del aniversario número 30 del plebiscito que terminaba con la dictadura de Pinochet, una estremecedora noticia volcaba la atención hacía la ciudad porteña. El cuerpo de Alejandro Castro había sido encontrado colgando sin vida desde la reja aledaña a la línea del tren.

Contra todo protocolo investigativo las primeras informaciones daban cuenta de un suicidio. Sin embargo, con el pasar de las horas esa versión comenzó a tornarse difusa. Comenzaron a aparecer versiones que hacían inverosímil que el joven se haya colgado por su propia voluntad y con su mochila.

Si bien fue la misma PDI la que primero entregó la información de que el cadáver no presentaba lesiones “atribuibles a terceros” y que la causa de muerte fue “asfixia por ahorcamiento”, luego fue el mismo director general de la policía civil, Héctor Espinoza, quien reconocía a La Tercera que el caso no estaba para nada cerrado: “Hay una investigación muy acuciosa que se está haciendo con mucha reserva y la verdad es que hay bastante preocupación. Vamos a trabajar para que las cosas se esclarezcan y se determinen las responsabilidades que correspondan. Efectivamente estaba amenazado”.

Carolina Arellana, amiga del joven activista por los DD.HH, fue designada por la familia de Castro como la vocera autorizada para entregar información a la prensa sobre el fatídico y misterioso caso. Arellana aseguró a los medios que tanto ella como la familia esperarán los resultados de las investigaciones antes de pronunciarse formalmente, sí aseguró que el muchacho efectivamente había sido amenazado por funcionarios de carabineros.

“Sufrió amenazas directas de funcionarios de la Séptima Comisaria de Santiago que llegaron a Quintero. Eso sucedió tras la segunda marcha, que tuvo lugar el 23 septiembre. Por lo mismo surgen las dudas. La familia espera saber de las fuentes oficiales cuáles fueron las causas reales de su deceso”, dijo la joven a La Tercera.

“Alejandro Castro, te tenemos fichado”, le habrían dicho los carabineros a Castro mientras esperaba la liberación de un grupo de manifestantes detenidos. “Lo querían meter preso de la nada”, cuenta su amiga. “Yo creo que esto se debe a su lucha, a lo que representa el movimiento de pescadores. Ellos están haciendo un gran movimiento y esos incomoda a estas 7 familias dueñas del mar de Chile”, reflexionó.

La ONG Amnistia Internacional también se sumó a las voces que sospechan del suicidio del joven activista a través de un comunicado.

El caso de la impactante y triste muerte de Alejandro Castro, recuerda otras misteriosas y fatídicas muertes “accidentales” de activistas como el del sindicalista Juan Pablo Jiménez alcanzado supuestamente por una “bala loca” que hizo un recorrido completamente improbable antes de impactarlo y el supuesto suicidio de la activista medioambiental Macarena Valdés, cuya familia ha descartado completamente que la joven se haya quitado la vida, tesis que la autopsia también desechó.