Hace poco más de un mes que Alessia contó su realidad en su trabajo y hace ya un par de semanas que fue portada de Revista Qué Pasa. Reconoce que “ha sido intenso” y conversamos con ella de este proceso.
Quedamos en almorzar juntos en el Emporio La Rosa del mall Florida Center, puntualmente a las 12:45 pm. Hace unas semanas, desde su icónica portada en Revista Qué Pasa, que los tiempos de Alessia se han ajustado entre su trabajo en el mundo del retail y las entrevistas. Con el fin de aprovechar su tiempo lo más posible, nos agendó en su horario de almuerzo para que poder estar a las 14.00 horas de vuelta en su escritorio.
Su ritmo ha cambiado y su tiempo libre es menor y es eso de lo que más se ha percatado Alessia desde que contó su realidad en la empresa y que la ha llevado a contar su historia en distintos medios. “He tenido menos tiempo para hacer cosas como bailar, me he quedado debiéndole horas a mi esposa y no he visto mucho a mis amigos estas semanas”, afirma pero con una sonrisa. “A pesar de eso, de verdad todo ha sido genial”, agrega.
¿Cuál es el fin de Alessia con todas las entrevistas que está dando? Para ella la respuesta simple: visibilizar y romper los prejuicios que existen en un país como Chile en el que todavía existen individuos de la sociedad que consideran la transexualidad como una depravación sexual, un problema mental o una condición que te priva de tener relaciones serias y estables. Alessia es clara: “en las entrevistas les digo: soy trans y eso no es así”.
¿Qué te pasa cuando un candidato presidencial habla de ideología de género?
Me pregunto si esa gente es abiertamente ignorante en el tema o si es directamente mal intencionada. Hay de los dos casos, pero en cuanto a candidato presidencial, ¿tú te refieres a José Antonio Kast?
Pero Ossandón también hablaba de ideología de género…
En el caso de Ossandón era por bruto, pero ahora él no pega mucho. En cuanto a José Antonio Kast, yo creo que él, como fanático religioso, de repente cree fielmente que es eso lo que refleja la realidad. Hay mucha gente que lo cree así y es muy difícil ponerles un freno.
¿Consideras a José Antonio Kast como un fanático religioso?
Sí, creo que por ese lado va. Cuando escuchas su discurso te das cuenta que es un ultraconservador y ultrareligioso.
En general, el rechazo de políticas para la comunidad trans viene de sectores de derecha o ultraderecha. ¿Crees que el apoyo a la comunidad LGBTI es patrimonio de la izquierda?
Sí, están super clasificados como de izquierda y para mí eso es un error. Es como clasificar que la tenencia de armas es solo un tema de derecha. Para mí es un tema entre ser conservador, autoritario o liberal, más que un tema de ser derecha o de izquierda. La Iglesia Católica está muy metida en la derecha chilena; la derecha de este país no es una derecha con real independencia religiosa. Yo, personalmente, tiendo un poco más a la derecha que a la izquierda, o mejor dicho estoy más en el centro tirando hacia Felipe Kast.
¿Felipe Kast fue tu candidato?
Sí, algunos me decían en broma que tenía que mandarme un Caitlyn Jenner y decir que mi candidato era su tío José Antonio Kast.
¿Te ha llamado algún candidato para que aparezcas en su propaganda?
No, no me han llamado. No me metería tampoco, no le haré campaña a ni un candidato.
Respecto al proyecto de ley de identidad de género, ¿por qué crees que la libertad debiese estar desde la infancia y no solo cumpliendo la mayoría de edad?
Tiene que ser en la infancia, porque el bullying es algo muy real. Imagínate en la adolescencia que es una época en la que todos andamos muy inseguros, con miedo que se descubran nuestras debilidades. Es algo bien duro. Quizás desde los cinco años de edad, no lo sé, es un tema a debatir, pero teniendo el respaldo de sus padres, un menor de edad debería poder adecuar sus documentos a su identidad. Bueno, y si se preocupan que se arrepienta, entonces permitan que cambie nuevamente.
Uno de los argumentos más frecuentes de quienes están en contra de que un menor pueda definir su identidad es la existencia de casos de niños que se han arrepentido…
Hay tres casos que dan vuelta al mundo contando como se arrepintieron y que encontraron a Dios y esas cosas ¿Cuál es la relevancia estadística de esas tres personas frente a todo el resto la comunidad trans mundial? Lo que sí hay, y que se identifica, son muchos niños que viven en países desarrollados, que son llevados a centros médicos para que los evalúen y muchas veces no son trans; solo son niños que un día vieron una muñeca o algo así y sus papás asustados pensaron que podría ser trans, lo llevan al psicólogo y al final descartan que sea trans.
Antes de contarlo en tu trabajo y exponerlo a todo el mundo, ¿eras de ir a marchas por la causa?
No, en verdad tengo un problema con eso por un tema de filosofía personal. Me considero una persona más de dudas que de convicciones. Me cuestiono todo y soy escéptica. En las marchas se suelen ver posiciones bastante duras, hay algunas en las que estoy de acuerdo, pero hay otras cosas que se dicen en las marchas unas que no me cuadran con mi discurso. Es común que hablen en las marchas de cosas relacionadas a la opresión, patriarcado, o el grito mi hija tiene pene y mi hijo tiene vagina, cosas así…
¿Son muy duras?
Claro, como que no cuadran con los puntos de mi enfoque. O sea, si es para convencer a la gente…eso no convence a nadie. Puede ser un choque para el gobierno, pero mover gente de un lado a otro para que sean tus aliados creando empatía no se consigue con esos gritos. Es algo del qué y del cómo. Ahora sí, ya que estoy afuera del clóset, iría a algunas marchas del orgullo gay o por la ley de identidad de género.
Finalmente, ¿cómo han tomado este procesos todos tus amigos y cercanos?
Me he acercado más a todo el mundo y esa una cosa que me ha dado gusto. En mi cumpleaños pasado me di cuenta que todos mis amigos del anterior estaban en este cumpleaños también. En un momento imaginé que estaría súper sola, pero llegaron todos. Casi me pongo a llorar de emoción, bien ridícula. Me he acercado a varios amigos, porque en general era una persona que no contaba nada; tenía un secreto muy grande y no me mostraba al resto, era muy distante. Siempre conversé en base a cosas como política, ideologías o ciencia, pero no entraba en temas personales porque los míos no podía contarlos. Ahora me muestro tal cual soy. Antes no podía ni contar que había hecho el fin de semana porque eso implicaba contar que era trans.
¿Estás contenta?
Sí, ha sido increíble. Desapareció el peso que tenía encima.