El puente que hoy no quieres quemar se convertirá en carreteras que unen ciudades de abusos e inseguridades.
Te conocí gracias a tu pololo, pero nuestra relación ha sido siempre como si hubiésemos crecido juntas. Ya han pasado casi cuatro años desde que eso pasó, sin embargo no conozco mucho de tu pasado. Cada vez que has mencionado algo que involucra tu vida antes de él, te significa una pelea. Decir el nombre de tu ex, aunque sea por alcance de nombres, también te genera un conflicto. No importa si estás sola o con amigos, él siempre tiene la atribución para pararte los carros incluyendo adjetivos descalificativos y faltas de respeto. “Él es así y así lo queremos”, lo defiendes tú y el resto, pero ¿Hasta qué punto?
Él mide un metro ochenta y pesa más de noventa kilos. Tú mides un metro setenta y pesas sesenta kilos. Él vive con la agresividad palpitando a flor de piel y tú, con la dulzura arrebatada. El es conflictivo y tu conciliadora. ¿Cómo eres realmente? Fue después de tres años de conocernos que por primera vez no estaba tu novio y pudimos conversar de todo, sin miedo a reacciones irracionales. Te vi llena de vida y de historias que jamás pensé escuchar de tu boca. Te sentí una mujer feliz y libre, como nunca antes te había visto.
Los impulsivos golpes de tu pareja llegan a las puertas, paredes y objetos; pero los insultos, las manipulaciones y agresiones sicológicas llegan directo a tu corazón. De alguna manera que sólo algunas mujeres entienden, eso es lo que te hace sentir completamente dependiente de esta relación.
No te imaginas un mundo sin él. No sabes como quemar el puente que has construido en los últimos años. Quiero que sepas que no te culpo, porque solo tu sabes en realidad cómo ha sido el camino recorrido.
Prefieres tomar su mano y abandonar a todo aquel que te ha dicho que lo que han construido no es sano. Tus amigas de la vida ya no existen, los que te rodean son solamente sus amigos y finalmente él decidió que tu familia no era lo suficientemente buena. Y lo seguiste.
Ahí estás y aquí estoy. Sin saber bien cómo contribuir a esta historia, pero tratando de ver el futuro. No quiero que termines como muchas otras mujeres: llenas de vida hasta que una relación enfermiza se la arrebató por completo.
De a poco tus cumpleaños eran solamente sus invitados y a pesar de que invitabas a tus amigas, ellas simplemente no llegaban. No olvidaré la vez que él se juntó con sus amigos y cuando llegaste te enteraste que había una orden de no dejarte pasar. No importaron las horas que estuviste abajo esperando, él solo miraba desde la ventana.
“Lo que busco es que estés bien, contigo y con los que realmente te quieren. No es mi interés pensar u opinar mierda sobre tu relación, sino que tratar de rescatar lo que queda de ti”.
He preguntado a mi círculo cuál es la mejor manera de colaborar, pero todo lo que he aplicado ha recibido respuestas a la defensiva, a pesar de que nunca antes habíamos tenido un problema. Lo que busco es que estés bien, contigo y con los que realmente te quieren. No es mi interés pensar u opinar mierda sobre tu relación, sino que tratar de rescatar lo que queda de ti.
Tienen planes para el futuro, entre esos casarse y tener hijos. El problema es que ahí será muy tarde y el puente que hoy no quieres quemar se convertirá en carreteras que unen ciudades de abusos e inseguridades. Amiga mía, ¿es eso lo que quieres para tu vida?; ¿Quieres que tu hija crezca creyendo que está bien que un hombre la trate como su papá trata a su mamá?
Te deseo una vida llena de alegrías, buenos momentos y felicidad. La dificultad y los obstáculos están en todas partes, pero aunque no lo creas, te mereces muchos menos de los que ya has tenido. Tu camino es tu decisión y mis herramientas en esta historia vienen de la amistad. Trato de entender y respetar tus decisiones lo más que puedo, y al final, el camino que decidas elegir será también en el que iré cuando lo necesites.
Te lo digo porque te quiero.