A pesar de que es habitual que la mayoría de las personas busquen pareja para compartir un vínculo romántico tradicional, hacerlo con la idea de que todos los problemas se solucionarán automáticamente puede ser dañino para la salud mental. Así lo advirtió un destacado terapeuta en un artículo, en el que asegura que esta ilusión podría llegar a afectar tanto psicológicamente como con dolores corporales. Conoce sus conclusiones en este artículo.
Desde la música y la cultura pop hasta las conversaciones de pasillo en el día a día. El sueño de encontrar una pareja ideal tiende a ser uno de los temas más abordados alrededor del mundo. No solo con el objetivo de adentrarnos en una de esas fantasías románticas del cine en la que dos personas son el uno para el otro, sino que también, con el propósito de encontrar a alguien que nos acompañe en nuestras actividades.
Esas ganas de conseguir un amor incondicional, en el que todo aparenta ser perfecto, puede generar diversos problemas para nuestro bienestar, ya sea porque no nos damos cuenta de que la otra persona nos daña o porque simplemente tendamos a resistir para mantener ese espejismo heredado de Hollywood.
En cualquiera de los dos casos, hay un punto que es clave: tales pensamientos pueden afectar considerablemente a nuestra salud mental y a la manera en que llevamos nuestras relaciones. Así lo advirtió el psicoterapeuta Sean Grover en un artículo que escribió para Psychology Today.
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Según el especialista, aquello trae consigo que “puedes comenzar a aferrarte a la noción desesperada de que si alguien te ama incondicionalmente, tu vida será perfecta, todas las necesidades serán satisfechas y te sentirás completo”, cuando en realidad lo más probable es que no sea así.
Y junto con ello, destacó que a medida que estos sentimientos se agravan hasta convertirse en una obsesión, “tu visión y juicio se distorsionan”, hasta el punto en que “puede desestabilizarte e inundarte de incertidumbre y confusión”. En este sentido, recalcó que “no ves a la persona que tienes frente a ti, ves a la persona que quieres ver”.
Es por esto que, antes que pensar en cómo otra persona podría traer bienestar a tu vida, es mejor analizar cuáles aspectos puedes abordar de ti mismo para sentirte mejor y tomar decisiones con altura de miras. “Un deseo desesperado de amor incondicional enmascara una profunda falta de amor propio”, manifestó Grover.
Y a pesar de que las decepciones amorosas no son exclusivamente propias del concepto de amor incondicional, sí facilitan que desarrolles mayores niveles de desconfianza, ansiedad e incluso puedas enfermarte.
“Dolores de cabeza, de espalda, insomnio y una serie de síntomas psicosomáticos pueden resultar cuando te sientes decepcionado con tu pareja. Tal tensión emocional continua puede dañar tu salud mental y física”, advirtió el especialista.
Es por esto que insistió en que “la mejor manera de encontrar una relación amorosa con otro es comenzar una contigo mismo. En lugar de buscar un compañero que te complete, complétate practicando el cuidado personal y desarrollando tus intereses y pasiones. Y si te sientes atrapado en las relaciones, la terapia grupal es una excelente elección”.
“Todos estos esfuerzos de cuidado personal fortalecerán tu sentido de identidad y autoestima para que no desarrolles una dependencia poco saludable de tu pareja para satisfacer todas tus necesidades emocionales”, sentenció.
Asimismo, cabe destacar que siempre es recomendable consultar a un terapeuta para evaluar cada caso en función de nuestras experiencias personales.