“Podemos mutar, ser tan escurridizes que no puedan ni nombrarnos. La estrategia de la visibilidad puede llegar a ser una trampa. La mutación se aleja del esencialismo. Si vas mutando es más difícil que te agarren porque agarraron eso que eras y ahora eres otra cosa y esa se me ocurre como estrategia”, propone Ana Carolina para evadir la absorción neoliberal.

“Quienes se -y nos- desafiaron a pensar estas (des)articulaciones, se hicieron presentes a través de la singularidad de sus voces, estilos y disciplinas (antropología, letras, filosofía, historia), ya sea reconociéndose a sí mismas como lesbiana así como mujer lesbiana”, decía en el 2013 Valeria Flores, escritora, activista, lesbiana, masculina y feminista en Lesbiana: descontextualizar la cita académica, y es así como hoy en el 2018 esta cita continúa permitiendo pensando la unicidad de (des)articulaciones de las mujeres, de las lesbianas y de las mujeres lesbianas desde todas las áreas, incluso desde las que podrían parecer menos solemnes.

La mayoría de las representaciones que encontramos de las lesbianas en la comedia provienen de estereotipos configurados desde la heterosexualidad y sus impresiones simplistas de las múltiples realidades e identidades lésbicas.

El uso del espacio de la comedia- ocupado en su mayoría por hombres cis heterosexuales- por el lesbianismo y otras desobediencias sexuales e identitarias propone discusiones y plantea preguntas que muchas veces entre las risas no se logran vislumbrar, pero está presente, está ahí, existe, la crítica llega desde todas las disciplinas y no es sólo la academia quien articula un discurso feminista, decolonial, antiespecista, abortista y/o queer.

Ana Carolina, es una comediante lesbiana, es activista y feminista que deambula lo queer. En su comedia aborda problemáticas históricas como el aborto, la libertad de elección, derechos humanos. Demandas prolongadas en el tiempo por grupos reivindicativos.

Llegó a la comedia luego de ser una consumidora. En el entre tanto los malabares, los monociclos y los títeres eran su trabajo.

  • ¡No cuentes esa parte!

Le grita Paloma Salas desde el baño en medio de la entrevista, que se desarrolla en su casa.

  • ¡Ay! Perdón, esto no lo pongas. Llegué al stand up por las drogas. Es un mejor titular. Llegué al stand up por los títeres drogo dependientes. Me llamó la atención, me atrajo (se ríe).

¿Hace cuánto tiempo?

Esto fue en los 90, yo tenía 20… Cumplí 20 en el 95. Yo te diría todos los 90.


Activismo

“El activismo que hago en argentina es principalmente en un no-grupo de serigrafía, serigrafistas queer. En los inicios éramos personas que nos juntábamos en las instancias previas de las marchas del orgullo gay o sexual y pensábamos consignas que nos dieran ganas de ir a imprimir en Plaza de Mayo, hubo así como seis encuentros de serigrafistas queer que funcionaron con esa dinámica. Después empezamos a hacer colaboraciones con otros colectivos o dejamos de ir sólo a las marchas del orgullo. Empezamos a sospechar de las marchas del orgullo por ser cooptadas por intereses que no nos representaban. El país cambió y fuimos armando una yabloteca y cualquier serigrafista queer puede ir e imprimirse las consignas que históricamente fueron saliendo desde ahí. También tengo contacto con otras instancias del activismo que tienen más que ver con una cuestión social como colaborar con chicas que están en situación de calle y todo es una excusa para compartir tiempo espacio en lugares o con personas que si no fuera por esto no nos conoceríamos”.

Todo lo gay y LGBT está siendo cooptado por intereses neoliberales, pareciera no existir otra posibilidad para estos colectivos que venderse a las marcas que patrocinan los camiones en sus marchas del orgullo. ¿Alguna estrategia? 

El mercado te va a absorber o te va a defenestrar al plano de lo que no se ve, de lo que no existe, de lo que está loco, de lo que sobra. No podemos prescindirnos del mercado, es imposible, como no puedes evitar la cooptación. Es tremendo. No puedes evitar esta cooptación porque la lucha deviene en un valor que se termina comercializando.

Podemos mutar, ser tan escurridizes que no puedan ni nombrarnos. La estrategia de la visibilidad puede llegar a ser una trampa. La mutación se aleja del esencialismo. Si vas mutando es más difícil que te agarren porque agarraron “eso que eras” y ahora eres otra cosa y esa se me ocurre como estrategia.

El valor que generan las luchas: The Future is Female

“Es tremendo. Va a pasar. Al luchar generas valor”, dice Ana Carolina. “Más que hablar de transfeminismos o de los feminismos y no de el feminismo, ahora con ser feminista no alcanza. Hay que preguntar a quien se auto percibe como feminista a qué se refiere cuando dice que es feminista”.

Los feminismos están en constantes discusiones, y pareciera que ahora más que nunca nombrarse a unx mismx como feminista agrega un valor, abre puertas, y termina siendo una plusvalía, una moda a la que hay que subirse sin preocuparse por entender contextos…

Las personas que más feministas son, por ahí son las mujeres que se organizan en donde menos hay para juntarse y hacer de comer en una olla para las criaturas del barrio. Es feminismo puro y ninguna de esas personas utiliza lenguaje académico o se refiere a si misma feminista, pero lo hacen, lo son.

¿Sigue siendo sospechoso que muchas personas se definan como feministas?

Nunca fue suficiente decirse feminista o éramos menos, qué sé yo. Yo no lo enunciaba, me lo tuvieron que decir, y quien dice que ahora es feminista porque es cool y es lo que hay que decir… (suspira) Bueno, la libertad. Si lo quiere hacer que lo haga y si acompaña eso con acciones que no son feministas, no sé. Que ganemos nosotres, que sean menos esas personas (se ríe).

  • ¡Que se metan a una clínica psiquiátrica de corrección! -grita Paloma Salas, ahora manejando camino a su trabajo en la radio.

Hay hombres cis heterosexuales que se identifican como feministas.

Supongo que sí, que pueden, pueden hacer lo que quieran, la libertad. Pero qué pesados si su forma de ser feministas es agarrar el micrófono o querer estar en una marcha de mujeres, travestis, trans, olvídate. Hay muchas formas de ser feministas, pero si tu forma de ser feministas es enunciar que eres feminista, es una cagada, no se sostiene.

Prostitución y pornografía

“El trabajo sexual es trabajo. Y es mucho más amplio que el trabajo genital o la fantasía o el prejuicio. Tiene muchísimas ramas. Puede ser que seas una persona pro sexo que hace ensayos teóricos sobre la prostitución y los cuerpos, muchas personas que se prostituyen u ofrecen sus servicios terminan haciendo acompañamiento terapéutico, los espectros son infinitos. No siempre implica la genitalidad, puede ser encontrarnos y atarnos y pasarnos una pluma por el cuello, es mucho más amplio y es un trabajo”.

Hay un feminismo abolicionista que está muy preocupado de terminar con el trabajo sexual y con la pornografía.

Tremendo. Si alguien te dice que está haciendo eso porque es algo que está decidiendo hacer no puedes tú, yo creo, decirle que no lo haga. Es muy fuerte la negación de esa voz y que lo hagas parada desde el feminismo es terrible, porque pones a la persona en la situación de víctima. La policía en argentina revienta estos lugares con la excusa de la trata de blancas y son personas que necesitan trabajar y que decidieron trabajar de esto. La gente tiene que seguir trabajando para generar ingresos para mantener a quiénes dependen de elles.

Hay que hackear la pornografía. Es enorme lo que abarca la pornografía. Tenemos ideas muy estereotípicas.


Una de las mayores preocupaciones de la teoría feminista ha sido la necesidad de que aquellos cuerpos silenciados puedan encontrar un lugar para hablar sin la necesidad de depender de un hombre o de un heterosexual para hacerlo.

La rebeldía feminista, el utilizar espacios, el potenciar activismos desde múltiples espacios a través de políticas radicales de la amistad, el compañerismo y la cooperación generan cambios sustanciales en la vida de las personas, cambios que permiten el ingreso de información para estar conscientes de todas las opciones que existen en el mundo para seguir viviendo de la manera en la que quieres sin tener que depender del capitalismo rosa.