Ana González falleció a los 93 años de edad sin poder enterrar a su esposo, Manuel Recabarren ni a sus hijos Luis Emilio y Manuel Guillermo ni a su nuera Nalvia Rosa Mena, embarazada de 3 meses. Todos fueron detenidos por la DINA. El Museo de la Memoria subió un video homenaje que puedes ver acá.

Ana González nació en Toco, una salitrera, después en los años 30 como recordaba, se fue a vivir a Tocopilla. Cerca de su casa trabajaban prostitutas y “ahí aprendí a creerle a las prostitutas, porque nunca vi un mal ejemplo, jamás”, dijo.

Militó hasta el 2002 (aproximadamente) en el Partido Comunista, hasta que no se sintió más cómoda estando allí. Estuvo desde los 16 años.

Su vida fue sinónimo de lucha, convicción y esfuerzo. En la dictadura militar de Augusto Pinochet, a tres años de su toma de poder, los militares torturaron e hicieron desaparecer a su marido Manuel Recabarren, a dos de sus hijos, Luis Emilio y Manuel Guillermo y a Nalvia, su nuera que mantenía un embarazo en esa fecha.

Ana pasó su vida luchando, hasta sus últimas días. Murió este 26 de octubre a los 93 años. Aquí seleccionamos algunas fragmentos de su vida en texto.

Manuel Guillermo

“Dejo correr mi imaginación y veo claramente a Manuel sentado frente a mí, mirándome a los ojos, envolviéndome en su cálida ternura. Extiendo mis manos hacia su rostro, lo acaricio y, devolviéndole el mando de su ternura, le digo: ‘¡Cómo hemos envejecido, mi viejo!’. Pero vuelvo a la cruda realidad: estoy contemplando su fotografía en una pancarta. ¡Solo yo he envejecido!”

Pinochet

“El país está como lo pensó Pinochet. Cuando dicen “le ganamos a Pinochet”… Pienso que no es verdad. No le ganamos. Seguimos divididos y los luchadores de antes se recogieron a sus casas. Para eso fue la dictadura: para silenciar al pueblo que había ganado su libertad. Pero confío en los jóvenes de hoy. Salen a las calles a protestar y eso significa que vamos bien”.

Torturas

“Yo sufro por los mágicos y soñadores 21 años de mi nuera Nalvia, embarazada de tres meses, por mis hijos Luis Emilio y Mañungo, y por mi esposo Manuel. Todos ellos fueron detenidos y ocultados en el fondo de la tierra. Pero yo no sufro sólo por mi dolor de ausencia, muero un poco cada día al pensar lo que mis amados sufrieron, en la más completa indefensión”.

Capitalismo

“Los capitalistas no ponen el capital al servicio de los jóvenes, para que los jóvenes se superen. Sólo los explotan más para pagarles menos”.

Manuel Recabarren

“Yo tenía como 16 años, y en la población Bulnes –donde vivía con mis tíos, camino a Valparaíso- había una sede del Partido Comunista. Yo qué iba a saber de política en ese tiempo, pero ahí en esa sede bien modesta se hacían bailes todos los sábados; iba harta gente, nunca había un escándalo nada. Ahí mi tía me daba permiso para ir. Yo no hacía nada para no pasar a llevar los consejos que me daba mi tía. En ese tiempo en mi casa había una ventana grande que daba a la calle. Por ahí pasaba un joven que se veía tan correcto. Ese era Manuel, Manuel Recabarren. En ese tiempo él había llegado hasta el pato del silabario, pero era tan inteligente, tan empeñoso. De grande aprendió a leer”.

Luchadores

“Lo que los hacía peligrosos era ser luchadores y querer que todos los otros luchadores del país pudieran tener una vida digna”.

Partido Comunista

“No hemos sabido aprovechar toda la experiencia que tuvimos con Salvador Allende, la dictadura y después la derrota que sacó a Pinochet. Faltó que jugaran su papel el Partido Comunista y el Socialista, que son los partidos que estaban enclavados en las poblaciones”.

¿Por qué matarlos?

“A pesar de todo lo que sé y de todo lo que he visto, me estremezco y vuelvo a pensar, ¿Cómo pudieron hacer esto? Si ellos decían que éramos unos malvados y que estábamos dispuestos a matar a todo el mundo, ¿Por qué no los juzgaron? ¿Por qué matarlos?”.

El Museo de la Memoria subió un video en su memoria que te va partir el corazón.