El estado de la salud mental del gremio tras dos años de lucha contra el Covid, no es sorpresa para nadie. El agotamiento y las condiciones de trabajo, han hecho que casi el 50% de las enfermeras y enfermeros haya pensado en dejar la profesión.

La pandemia de coronavirus ha sacado a la luz una problemática que poco se trataba antes en la población en general: la salud mental. Sin embargo, estos daños colaterales de la pandemia se han visto reflejado de manera más clara en el ámbito sanitario, donde sus profesionales, que se han enfrentado cara a cara con el virus, se sobrecargan de trabajo, casi sin descanso, para sacar al resto adelante.

Según la encuesta publicada por el Consejo General de Enfermería de España (CGE), más de dos tercios (67,5%) de las enfermeras y enfermeros reconoce haber sufrido episodios graves de ansiedad desde que comenzó la crisis sanitaria. Además, un 33% ha sufrido depresión y 6 de cada 10 problemas de insomnio.

Debido a esto, los especialistas recomiendan “no seguir maltratando a una profesión fundamental para la salud de la población y para el futuro de la sostenibilidad del sistema sanitario”. Entre los resultados, también están aquellos que hacen referencia directa a la profesión, el 46,5% del personal de enfermería ha pensado en dejar la profesión durante la pandemia de coronavirus y el 28,4% afirman que no volverían a estudiar la carrera de enfermería si pudiesen dar marcha atrás.

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Si bien estos son datos que muestran cifras a nivel global, Chile no se queda atrás. En 2020, los resultados de un estudio similar muestran que, al igual que en otros países de distintos continentes, un gran porcentaje del personal de salud de nuestro país presenta en la actualidad algún grado de sintomatología. Un 74% presenta ansiedad, el 56% distrés, un 66% depresión y el 65% insomnio.

La consecuencias emocionales para el personal de salud han ido en aumento desde que empezó la pandemia de coronavirus, aumentando con ello las licencias médicas, jubilaciones anticipadas, que afectan directamente en la cantidad de personal disponible y la carga laboral que estos tienen. Por eso, entre las reivindicaciones que pide el gremio, está el aumento del número de profesionales, para lograr así mejorar sus condiciones laborales y darle un respiro a su salud mental.