Antonio Horvath, senador por la región de Aysén va por una nueva reelección, pero esta vez como independiente tras su renuncia a RN. Acá sus motivos y propuestas.

Antonio Horvath ha representado a la región de Aysén desde que Chile recuperó su democracia. Tras ganar las elecciones parlamentarias en 1989, fue diputado hasta 1994 para después iniciar su carrera como senador, cargo que mantiene hasta el día de hoy.

Si en los años 90 la región de Aysén no era protagonista frecuente en la opinión pública del país ni menos en los noticiarios centrales, en los últimos años sus paisajes, ciudades y acontecimientos han conseguido su espacio. Temas como la aprobación de HidroAysén en 2011, el Movimiento Social de Aysén en 2012, los índices de contaminación en Coyhaique que a veces han superado el de las ciudades más contaminadas de China, junto con el auge del turismo en la zona, hacen mirar a la zona austral de una manera muy distinta que hace 20 o 30 años atrás.

El senador Horvath ha sido testigo de eso, y parte de dichos cambios lo han llevado a tomar cambios respecto a su militancia. Si en 2009 obtuvo un triunfo bajo el manto de Renovación Nacional, por estos días el senador se encuentra juntando las firmas necesarias para presentarse como independiente.

Finalmente renunció a la militancia en RN, en la segunda vuelta presidencial de 2013 presentó sus ideas a Michelle Bachelet después de haber apoyado a Franco Parisi en primera vuelta y ante este nuevo año electoral ha manifestado que dará su apoyo a Alejandro Guillier. Horvath, el ecosenador como le dicen en Coyhaique, reconoce que es fiel solo una cosa, a su región.

La región de Aysén es continuamente amenazada por megaproyectos de distinta naturaleza

¿Qué opina de las candidaturas a senador de figuras como Patricio Walker y Camilo Escalona que no son de la región de Aysén?

Es una lástima, porque para representar a una región hay que vivir en ella. Uno tiene que saber cuales son las condiciones de aislamiento, el costo de vida, la contaminación de Coyhaique, etc. Si uno eso no lo tiene como experiencia propia es muy difícil trasmitirlo. Los estudios y análisis no sirven para esos efectos porque no sustituyen a una persona que tiene una experiencia de vida en el lugar.

Usted ha estado ejerciendo cargos de elección popular desde que ganó como diputado en 1989 y ahora va de nuevo como senador ¿Por qué postula de nuevo a estar ocho años más en el senado?

He tenido una trayectoria bastante larga en el servicio público y todavía percibo claramente que tenemos desafíos pendientes, como la integración física con Puerto Montt, la integración física con Magallanes, veo también que la región de Aysén es continuamente amenazada por megaproyectos de distinta naturaleza. En sentido uno siente que tiene todavía mucho por hacer, creo que con la llegada de la Universidad de Aysén vamos a estar mejor preparados como por ejemplo en la armonización en el uso de nuestro territorio.

En 2011 fue fuerte opositor a Hidroaysén…

Sí, pero no ha sido el único proyecto al que me he opuesto. En los años 70 nos opusimos con unas organizaciones a un proyecto de repositorio nuclear en Argentina, después en los años 80 hubo un intento de extracción intensa de oro en torno al Parque Nacional Queulat. Al final uno se mueve por la Patagonia.

 

¿Qué le diría a aquellos quienes aseguraban una crisis energética si no había HidroAysén? 

Estaban claramente errados y tenían una visión errada de la región. Aysén no puede ser convertida en una zona de sacrificio por el beneficio, entre comillas, de una actividad económica minera del centro y norte del país. Es una visión que carece de valoración a la región dentro de todo su potencial. Cuando nos opusimos a HidroAysén, trabajábamos todos los potenciales que tiene la región y dichos potenciales puestos en actividad de manera armónica le significan a Chile un beneficio económico mucho mayor que cualquier tipo de megaproyecto.

Quiero llevarlo a otro tema. Hace algunos años en Providencia se cambió el nombre de 11 de Septiembre por Nueva Providencia con el fin de acabar con monumentos a la dictadura, pero la Carretera Austral tiene por nombre Augusto Pinochet y hasta se cuenta con un monumento al dictador en la localidad de La Junta. Usted como partícipe en la construcción de esta carretera en los 80 ¿Cambiaría el nombre y sacaría el monumento?

Yo he sido un participante desde el día uno en este proyecto del Camino Austral y siempre lo denominamos Camino Longitudinal Austral, así está escrito en los informes técnicos. Ese nombre se le puso con motivo del año político del plebiscito, por lo tanto no hay nombre que cambiar ni nada que olvidar en esta materia. Yo creo que hay que dar lo justo a los roles que cada persona cumplió en un momento determinado y lo digo con particular conocimiento.

Pero ¿Sacaría el monumento?

Si la comunidad lo quiere hacer, está en su libre derecho.

Después del agitado 2011 con HidroAysén, en 2012 la región fue escenario del movimiento social más grande del cual se tenga memoria en la zona. En medio del Movimiento Social por Aysén, usted señaló en TVN que “era fiel, pero no incondicional a Sebastián Piñera”, pero ahora ha señalado que apoya a Alejandro Guillier ¿Qué pasó?

El gobierno de Sebastián Piñera en su minuto empujó con mucha fuerza el proyecto HidroAysén y ahí nos distanciamos. En segundo lugar, con el movimiento social, se equivocó el mensaje. La verdad es que las peticiones regionales que había eran muy claras y unieron a distintos sectores de la sociedad, y eso no se podía apagar trayendo Fuerzas Especiales desde Santiago, eso fue un grave error. Al final yo mismo ayudé a hacer puente entre los dirigentes para que fueran recibidos en La Moneda, cosa que me agradeció el Ministro del Interior, Andrés Chadwick.

Ahora como independiente ¿Es opositor al gobierno actual?

No, diría que el gobierno, en particular con mi persona, ha cumplido con temas importantes que planteé.

Hace pocos meses vimos como la viuda de Tompkins donó los terrenos del Parque Pumalín al Estado ¿Esto afecta o agiliza la conexión terrestre de la región de Aysén con el resto de Chile?

Con Douglas Tompkins en vida discutimos mucho, incluso en algún minuto en el gobierno de Ricardo Lagos llegamos a los tribunales para que se dejara, antes que se declarara santuario de la naturaleza el Parque Pumalín, una franja de tierra libre para poder hacer las obras de integración física. Después Tompkins firmó los acuerdos para poder realizar las obras. En esos términos, entre comillas, este tema está resuelto. Con lo que hay que tener cuidado es con esta red de Parques de la Patagonia la cual la Fundación Tompkins dona al Estado. Hay que estar alerta porque se están incluyendo cuatro millones de hectáreas fiscales que van a ser declaradas parque, se están transformando las reservas forestales en parques. Tenemos que estar alerta que esto no nos prive del desarrollo de la conectividad terrestre dentro de la región y desde la región al resto de Chile. Estos son los temas que me motivan a seguir activo.

La contaminación del aire ha sido un tema importante para la gente de Aysén en los últimos años, los niveles de polución en Coyhaique en algunos casos superan a los índices de grandes ciudades en China. Ante esto el gobierno actual ha iniciado una campaña de cambiar el sistema de calefacción a leña por uno eléctrico, pero con las nevadas se corta la luz y por ende, no hay calefacción ¿Qué pasó con esta medida?

Creo que la política de medioambiente con la situación de Coyhaique hay que acelerarla. Cambiar calefactores, bajar el precio del gas y bajar el precio de la electricidad, porque no solo se corta la electricidad sino que también es muy cara. Para combatir el uso de la leña necesitamos un gas y una electricidad más económica. Hay que subsidiar una energía más limpia.

¿Cómo ve a su región en 20 años más?

Como una región descontaminada, muy integrada con la naturaleza con sus parques y reservas. No me cuesta imaginar un teleférico desde Coyhaique hasta el centro de ski. Creo que Coyhaique va a ser una ciudad muy atractiva a nivel internacional.