Dirigida por Kleber Mendonça, Aquarius cuenta la historia de una mujer que se niega a vender lo que considera suyo: su hogar.

Aquarius sonó fuerte en el circuito de festivales de cine latinoamericano y fue considerada por mucho como una de las mejores de 2016. En ella, Sonia Braga interpreta a Clara, una profesora jubilada que es la última habitante de su edificio, ya que todos sus vecinos aceptaron la oferta de una constructora cuyo plan es demolerlo para construir algo nuevo en su lugar. Clara se niega a abandonar su espacio favorito y nadie consigue convencerla de lo contrario. Los ruegos, las amenazas y la violencia que la empresa ejerce contra ella parecen no dar resultado sobre esta mujer decidida a defender lo que considera suyo.

Pero, ¿de dónde viene esta resistencia? ¿Son solo los recuerdos o simplemente la porfía? Aquarius no hace referencia a un solo caso en particular, sino que también a toda Latinoamérica, que en el último tiempo ha tomado la resistencia como caballo de Troya. Muchos críticos han planteado que esta historia es una osadía, pues se muestra a un Brasil donde, tal como Clara, la propia Presidenta de la República fue obligada a renunciar a su cargo. Esto le costó a los realizadores la ira de la clase política.

“La premisa del filme es que tu hogar, lo que te rodea, ya sean tus puertas, ventanas y muros, debiera proporcionarte cierta seguridad, pero, ¿y si eso no ocurre? La idea de una casa violada es profundamente inquietante y es algo que siento muy presente hoy en la sociedad brasileña”, dijo el director de esta cinta, Kleber Mendonça. También afirma que le han preguntado muchas veces si la película se realizó teniendo en mente lo que iba a ocurrir en Brasil: “En ese momento les habría dicho: no, la democracia es mejor que eso, pero lo que nos ha ocurrido es de no creer. Es una de las razones de por qué la cinta pegó tan fuerte en mi país”, señaló.

Presentación en Chile

La película podrá ser vista hoy martes 14 y jueves 16 de marzo en Sala K, micro cine independiente ubicado en Barrio Italia, que se caracteriza por ser un espacio de encuentro entre creadores y espectadores. Las proyecciones se realizan en una sala de 38 butacas. Es un cine creado para entregar una cartelera activa y diversa de largometrajes, documentales y obras visuales que mes a mes cautiva a público nuevo.

La entrada consiste en una donación de $3.000 pesos, la cual va para la Fundación Cultural Kiné Imágenes.