Los gendarmes se cobraron venganza con él por un hecho que nada tuvo que ver con el asesinato de la estudiante chilena.

Lucas Azcona de 27 años fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de la estudiante Nicole Sessarego Bórquez en 2014 en Buenos Aires. Durante esta semana el condenado acusó ser víctima de violación en el penal de Ezeiza, donde cumple su pena.

Azcona habría sido testigo de una golpiza del ex sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina (65), preso desde el 2017 por cargos de “asociación ilícita, extorsión y lavado de activos”.

Medina habría sido golpeado por miembros del penal Ezeiza después de pedir atención médica. El femicida vio a los guardias golpearlo y le dijo: “Los voy a denunciar a Derechos Humanos”.

Esa misma noche, el personal policial entró a su celda y luego de cegarlo con la luz de una linterna lo violaron en reiteradas ocasiones con un palo de escoba.

Esto ocurrió en el módulo 1 de la cárcel luego de un allanamiento que se ordenó por el magistrado Federico Villena, quien encontró el palo de escoba y calzoncillos con sangre.

Pese a estar notoriamente herido, Azcona no se dejó ser revisado por médicos.

El joven cumple condena por “homicidio doblemente agravado con alevosía y femicidio”, según el Tribunal Oral Criminal Nº 15 de Argentina.