Este fin de semana se realizó el festival Astroworld, que tenía como plato fuerte al rapero y creador del evento, Travis Scott. Durante su concierto murieron al menos ocho personas y otras 300 resultaron gravemente heridas. En el mundo del internet corren distintas teorías sobre por qué pasó esto: desde la desorganización, hasta otras más conspirativas. Hablamos con un adolescente que asistió al evento y que, por primera vez en su vida, vio morir a alguien en vivo y en directo. “No soy la misma persona que era antes de que pasara todo esto”, cuenta.

“¿Crees que puedas volver a ir a un concierto?”, le preguntó el papá de Charles Bales a su hijo el sábado por la mañana. El joven no lo pensó mucho. Respondió que sí, porque acostumbraba a hacerlo, pero aún no asimilaba las emociones que había vivido el día anterior en la tercera edición del festival Astroworld. 

Pero hoy su respuesta cambió: “No me permití sanar. Solo sé que no quiero ir a conciertos por un largo tiempo”, cuenta desde su habitación con vinilos e imágenes de bandas como Panic at the disco y Fall Out Boy de fondo. 

El adolescente Charles Bales vive en Jersey Village, a las afueras de Texas, mismo estado donde el rapero Travis Scott nació. Hasta antes del fin de semana pasado solía admirarlo por su trabajo filantrópico en las comunidades de Houston y por su creatividad musical. Y el joven, con el dinero que ahorra trabajando en un almacén, costea los conciertos a los que va, que incluso llegaban a ser tres a la semana. 

Foto tomada por Charles desde su celular minutos iniciado el concierto.

Fue así como decidió asistir al festival Astroworld, sobre todo por las ediciones anteriores de 2018 y 2019, que dejaron la vara alta. Charles ya había ido a un concierto de Travis Scott y sabía que esperar: mochas, el cantante alentando al público a saltar la reja (o romperla) y espacio reducido en la audiencia. Sin embargo, tras lo que pasó dice que nunca había visto algo así y que necesita urgente terapia psicológica para volver a ser él mismo. 

Charles narra cómo fue el concierto desde que empezó: nadie revisó carnets de vacunación o PCR negativos, no escaneaban las pulseras y, según él, cualquiera podía entrar. La seguridad era nula. Incluso narra que apenas llegó al recinto, fue al baño que estaba en la zona VIP y lo dejaron quedarse ahí sin tener la entrada correspondiente. 

Esperando a Travis, cuando comenzó la música y en cosa de minutos, Charles dice que fue testigo de lo más traumático en su vida hasta ahora. “Yo estaba ahí cuando los médicos entraron, tuvimos que apartarnos y cargar por encima de nuestras cabezas un cuerpo que estaba convulsionando: Vi cómo le salía líquido por la boca y tiritaba, las personas decían que estaba teniendo un ataque cardiaco”, cuenta. 

Tal como aparece en algunos registros liberados por Apple Tv+, Charles recuerda que Travis intentó avisarle a las autoridades que algo estaba pasando, y entre la multitud aparecieron policías que trataron de reanimar a uno de los asistentes, pero ya no respiraba. “Intentaron darle agua, pero era un cuerpo lánguido por completo. Nunca voy a olvidar cómo se veía”, dice. 

@alanaduggan

Prayers up to everyone who was hurt or passed last night, stay safe Houston 💔 #astrofest2021 #houston #travisscott

♬ original sound – ALANA💛

Lo último que recuerda fue haber compartido miradas con una chica que estaba cerca de él. Ambos fueron testigos de la tragedia, pero ninguno podía creer lo que vieron. Ella lloraba mientras él no terminaba de digerir la información. Todo mientras distintas ambulancias se hacían paso por el público (los que en vez de abrir el camino se subían al techo a bailar) mientras Scott seguía con el espectáculo. 

Despertar la mañana siguiente y darme cuenta de que murieron personas frente a mí me ha hecho sentir disociado”, dice. “Ayer en la mañana estaba bien, pero estoy de nuevo en el inicio y me siento horriblemente”.

Foto tomada por Charles minutos antes de que empezara el show de Travis Scott. El texto en inglés dice: “Nos vemos en el otro lado”. Leerlo hoy le da escalofríos.

El lunes por la tarde tenía entradas para el concierto de Tame Impala en una pequeña locación de su ciudad. Iba a ser un evento privado, así que decidió ir, sobre todo porque en los eventos menos concurridos es donde se siente más seguro. Sin embargo, fue muy rápido. El sonido de la música y la cercanía de la audiencia lo pusieron tenso y lo angustiaron. Dice que necesitaba salir de ahí. “No podía moverme, quería pretender que estaba bien, pero no lo estaba”, asegura.

Por su parte, la pareja de Kylie Jenner se ofreció a correr con los gastos funerarios de las familias de las víctimas y también quiere entregar terapia psicológica gratuita a los asistentes que lo necesiten. “Hay dos cosas: una es que es virtual y no soy muy fan de la terapia online, pero reconozco que no estoy bien, no tengo inspiración, me siento vacío, no puedo mirar a las personas a los ojos o entablar conversaciones, no soy la misma persona que era antes de que pasara todo esto”, cuenta Charles. 

“Estos reembolsos sobre funerales y las demandas no vendrán en 3 o 4 días, ni se resolverán en una o dos semanas; tardarán meses o años en establecerse”, dice desesperanzado. “Eso me asusta: ¿Cuánto tiempo tendré que lidiar con esto antes de recibir ayuda?”, se pregunta. 

Charles dice que no puede escuchar las canciones de Travis que aparecen en aleatorio en su reproductor. Aunque el rapero ha hecho mucho por la comunidad, sabe que “no podrá hacerse cargo del reparo”, reflexiona.