Desde que Ava Clarke nació, robó las miradas de todos por sus auténticas y únicas características afroamericanas. El poco pelo que tenía era claramente rubio, sus ojos eran de un color verde azulado y sus labios rosados y brillantes.
Ella es albina, una condición genética que puede afectar a cualquier raza humana y que en ella acentuó sus rasgos afroamericanos y la hizo brillar más que a nadie. Si bien estos genes pueden afectar la vida cotidiana de las personas que lo padecen, para Ava Clarke afortunadamente fue lo contrario: su “imperfección” la hizo perfecta.
Su afro rubio y sus labios gruesos lograron que esta niña de 8 años fuera cotizada por importantes agencias de modelos y por fotógrafos como Lance Gross y Will Sterling. Ha recorrido Estados Unidos trabajando para diferentes marcas y diseñadores, convirtiendo el modelaje en uno de sus hobbies favoritos posando para revistas como Boom, VIP y Denim Magazine.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
