Uno de los últimos integrantes de la tribu Awá en el Amazonas brasileño, Karapiru Awá Guajá, falleció recientemente de covid-19. Conocido por su calidez, este hombre fue un ejemplo de resiliencia luego de sobrevivir a una masacre en los 70’s que se llevó a toda su familia.
Karapiru Awá Guajá vivió una década solo en el bosque amazónico tras un ataque genocida a su tribu en la década de los 70, que acabó con la vida de casi todos quienes conocía y que le costó un balazo por la espalda. Hace sólo unos días, Karapiru falleció por complicaciones del coronavirus en el hospital Santa Inês de Maranhão, al norte de Brasil.
Tras sobrevivir al genocidio de la tribu Awá -de la que hoy se estima quedan menos de 300 integrantes-, Karapiru se convirtió en un modelo a seguir por la protección de la población indígena. Desde los 60’s que las tierras de este clan cazador-recolector han sido ocupadas por colonos en busca de la extracción de hierro, lo que llevó a Karapiru y a sus compañeros a resistir ante la colonización y la explotación de terrenos amazónicos.
Los guardianes del açai quieren su parte
A pesar de haber experimentado una vida llena de obstáculos, quienes alcanzaron a conocerlo lo recuerdan como un hombre de una sonrisa contagiosa y una calidez abrumadora: “Era una de las personas más amables que he conocido. Amaba abrazar a la gente, lo que no es una actitud común de los Awá con la quienes no pertenecen a su tribu. Siempre miraba mi trabajo con otros Awá desde la distancia, sonriendo cada vez que lo miraba”, cuenta Marina Magalhães, lingüista que se hizo amiga de Karapiru luego de conocerlo en 2001.
La historia de vida de Karapiru Awá Guajá quedó retratada en el documental Serras da Desordem (2006) del italiano Andrea Tonacci, el que puedes ver completo a continuación: