La filmografía de Quentin Tarantino giró hacia el éxito total de la taquilla en el mundo gracias a esta obra maestra. “Bastardos sin Gloria” relataba los planes de un grupo de judíos estadounidenses que se infiltraban en la Francia ocupada por los nazis para hacer justicia con sus propias manos.
Las actuaciones, fotografía, línea dramática y arco de los personajes sacaron aplausos entre la crítica y el público. Si buscas una buena película, esta siempre será una respuesta acertada. Tarantino se transformó en un director muy popular saliendo del nicho que seguía religiosamente su acotada filmografía, aunque estos coqueteos con el mainstream ya venían materializándose desde el lanzamiento de Kill Bill cinco años antes.
Bastardos sin Gloria se estrenó el año 2009 y fue furor por tergiversar el rumbo de la historia de forma libre y completamente heroica. El director de este éxito ha replicado la fórmula haciendo justicia por los rezagados como demostró con posterioridad en “Django”; sin embargo el año 2009 poseía un contexto diferente, y casi nos parece una época feliz si miramos cómo era el mundo hace 10 años.
Donald Trump era tan solo un personaje de reality, un magnate millonario que representaba ese Estados Unidos duro, machista y conservador. El mundo parecía ser un lugar más amigable sin su presencia, y nadie haría presagiar que la vuelta del fascismo vendría de la mano de la democracia y esas redes sociales que tanto abrazamos cuando Facebook irrumpió de manera explosiva el año 2008.
Ahora el panorama mundial es una lástima. Con Bolsonaro, Trump, Rodrigo Duterte, Putin, y el auge de la extrema derecha en España con Vox y Marine Le Pen en Francia, sentimos que el mundo que tanto nos esforzamos por construir luego de tantos errores cometidos el siglo XX fue tan solo una utopía y que los extremos intolerantes son una personalidad intrínseca de la humanidad (o por lo menos eso parece).
Bastardos sin Gloria finalmente es una apología de terminar con el fascismo dándoles un bocado de su propia violencia. Es dejar de lado el discurso de víctima y armar a los perjudicados para que se transformen en justicieros.
Ver Bastardos sin Gloria a 10 años de su estreno nos ofrece ver el fascismo con otra perspectiva, demostrando que esta obra maestra es atemporal por razones con las que nunca pensamos identificarnos. Puedes verla en Netflix, es el mejor panorama de miércoles y antes del estreno de “Once Upon a Time in Hollywood”.