Una buena idea. Ahí está la clave de todo. El resto es seguir la formula más o menos típica de hacer las cosas, parafraseando al controvertido Mark Zuckerber en The Social Network.

De pronto lo que haces para pasar el rato, un determinado hobby o algo por lo que tienes cierto interés, se puede transformar en rentable, en algo que se puede hacer entre amigos, sin tener que salir de la casa.

Nada más que una buena idea fue lo que llevó a tres amigos argentinos a crear el sitio más exitoso en el último tiempo en América latina en su ámbito.

El origen de todo

Todo parte en octubre del 2009. Mario Cardosio, David Fernández  y Tomás Escobar se juntan a ver películas. Pero las películas se demoran en bajar. O cuando las bajan, la calidad es pésima. Sus computadores se llenaban de virus o todos los links estaban rotos. Pérdida de tiempo. Horas muertas.

Hasta que uno de ellos, que estudiaba ingeniería en computación, piensa: “tiene que haber una forma más fácil.”

Y claro que la había.

Como se sabe, idearon una aplicación que permite ver películas online, sin tener que registrarse o pagar. Todo subtitulado y que  se vea bien, ese era el objetivo.

En dos semanas tenían el nombre, el sitio, el dominio y 15 series que podían ser vistas sin la enervante restricción de 70 minutos como la que impone Megavideo.

Era cosa de tiempo para que a través de Twitter y Facebook comenzara a crecer el proyecto.

De pronto salía una página en donde se podían ver películas online, sin descargas, ni demoras. Incluso era posible ver cosas que todavía no se estrenaban en el cine. Todo subtitulado. Todo en buena calidad.

Buenas razones para que el sitio terminara como el más visitado en todo Latinoamérica, en su rubro.

 Y el éxito se debe a un factor clave. Uno de sus creadores, Tomás Escobar, explica a un medio argentino:”La mayoría de los canales de televisión tiene una programación basura y, por lo general, la gente no puede cumplir o adaptarse a los horarios que imponen, así que Cuevana permite administrar tus propios tiempos para ver lo que querés“.  Eso y claro, no tener que descargar los archivos si no que verlos vía streaming.

Y en Argentina son todo un fenómeno. Reciben a la fecha más de 700 mil visitas diarias y 450 mil usuarios registrados aproximadamente.

Lo curioso es que gran parte de los visitantes del sitio son Europeos, debido a las estrictas leyes a favor de la propiedad intelectual que se han impuesto en el continente.

Los creadores de Cuevana dicen ver incrementado el número de visitas en un 40% en promedio sin siquiera haber invertido un solo peso en el sitio.

En la actualidad trabajan 15 personas en distintos puntos de Argentina desde sus casas, subiendo películas y series, filtrando las cosas que tienen baja calidad, preocupándose de los subtítulos y respondiendo los innumerables mails que reciben diariamente.

Y a diferencia de los creadores de Taringa, el popular sitio de descargas argentino que ha tenido que enfrentar a la justicia, en Cuevana hasta el momento no han tenido problemas, porque argumentan que no alojan en sus servidores ninguna película o serie, si no que solo reproducen, a través de un servidor externo como Megaupload, donde algún usuario ha subido algún material con anterioridad. Entonces, según ellos es prácticamente un servicio para redireccionar, y así “democratizar el contenido”. Pero también existe algo difuso, que es su financiamiento, que al parecer, es más de lo que muchos creen.

El dinero tras Cuevana

Si bien existen muchas marcas que no se quieren asociar  con la página debido a que no se sabe si de aquí a un tiempo más va a ser legal o no, hay otras que ven en la alta cantidad de visitas diarias un bien superior a las posibles sanciones.

Marcas como Nokia, Sketchers, Helmman´s, Nivea, Samsung, entre otras, son las que habitualmente decoran el sitio, desde que uno entra a la página, hasta cuando se hace click en algún servidor externo que nos deja esperando algunos segundos mientras carga el video.

La cantidad de dinero por publicidad que entra al sitio no es menor, pero también existe otra forma de ingreso.

El servidor de descargas más utilizado es Megaupload, donde se alojan la mayor cantidad de películas que linkea Cuevana. Megaupload, junto con otros servidores, les pagan a los usuarios por cada reproducción que se realice del contenido subido a su sitio web.

Los montos no están claros, pero en Redusers hicieron el siguiente cálculo: un servidor como Bitshared, se sabe que paga como mínimo U$S 4 por cada 1000 descargas de archivos que son en promedio de 600 mb.

Si por cada 1.000 descargas se pagan U$S 4, por cada 200.000 se pagan U$S 800 por día. Es decir al mes obtienen como mínimo, 24.000 dólares, sin contar claro, lo que obtienen por publicidad.

Además, en la página  hay un link donde los usuarios pueden  colaborar con dinero para mantener el sitio, esta es la lista de alguno de sus donadores, que no es mucho, pero todo va sumando:

dwaynemac U$D 26
MartinG U$D 25
jlgg0000 U$D 20
gonza3d U$D 16
katzian U$D 15
MariscalTito U$D 12
cfuentea U$D 10
formatbrain U$D 5

Lo que viene

En la actualidad la gente de Cuevana tiene la idea de aliarse con las salas de cine. No competir sino que sumarse.

Para dar los horarios de las películas y hacer reseñas de éstas, como un complemento cinéfilo para un público que no para de ver, no importando el formato en que se dé. También  buscan tener un sitio más interactivo, donde los usuarios tengan un rol mucho más protagónico,  armar una especie de comunidad y que todo esto siga creciendo.

Así las cosas,  con Cuevana viviendo su mejor momento, lo que partió hace 2 años con tres amigos con ganas de simplificar la forma de ver películas y series, en cierta manera,  no solo termina cambiando la forma de acceso a éstas, sino que también muestra otro modo de  financiamiento, incluso prestando un servicio completamente gratuito a sus usuarios.

En qué va a terminar Cuevana es algo que pocos se atreven a especular, mientras no esté clara la legislación para casos como éste. Lo que sí está claro, es que cuando existe una buena idea, aunque quienes la lleven a cabo tengan sanciones, multas o lo que sea, la idea queda, lista y dispuesta para ser implementada por cualquier persona, dejando claro que es muy difícil que todo vuelva a ser como antes.