Bolsonaro ha dicho hasta el cansancio que no es racista (aunque ha tratado de delincuentes a los afrobrasileños en diferentes oportunidades), también afirma no ser homofóbico (aunque despotricó contra el turismo homosexual en su país la semana pasada).

En esta oportunidad nos damos cuenta de que el peor panorama posible con el mandatario lamentablemente, siempre se cumple. El hombre sí es racista y no solo eso, ha comenzado a censurar campañas publicitarios con la sola justificación de que “no son de su agrado”.

Básicamente Bolsonaro es la personificación de la “dictadura democrática”, término que no ha sido acuñado pero sin duda, es ejemplificado con él a la cabeza.

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La campaña “Selfie” creada por la agencia WMcCann para el Banco do Brasil -entidad estatal que transmite su publicidad por televisión y redes sociales- fue prohibido luego de un mes al aire por ordenes directas de Bolsonaro según informó el diario O Globo (el más importante de Brasil). La medida fue apoya incluso, por el director del banco Rubem Novaes, quien habló de “aculturación de izquierda” y no incluir a “ciudadanos normales”.

La campaña estaba enfocada en el público joven invitando a las personas a abrir una cuenta en el banco incluyendo un llamado a respetar las diversidades mostrando actores negros y jóvenes con tatuajes.

“El Presidente Bolsonaro y yo estamos de acuerdo con que la campaña debe ser sacada del aire. La salida del director de Marketing es una decisión de consenso, incluso con su propia aceptación”, dijo Noaves a la prensa brasileña. Horas más tarde declaró que el problema de la campaña es que falta “representatividad de otros perfiles de jóvenes brasileños”.

“La comunidad negra pasó mucho tiempo intentando despertar a la sociedad para el respeto a la diversidad. Esa campaña consolida una conquista de los excluidos”, dice Frei David, líder del movimiento negro Educafro, confirmando que llevará el caso a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Respecto a la censura, fue el propio Bolsonaro quien afirmó estar de acuerdo con la medida.

 “No necesito decir nada más. La línea cambió, el pueblo quiere respeto a la familia, nadie quiere perseguir a ninguna minoría. Y no queremos que se use el dinero público de esa manera. No es mi línea. Ustedes lo saben”.