El miércoles en la mañana, el GAM y varios lugares de Santiago centro, amanecieron pintadas. Borraron la mayor cantidad de intervenciones urbanas. Aún no se sabe quién fue, pero lo que es cierto, es que ya se volvió a pintar. Estuvimos ahí, conversamos con artistas y presenciamos cómo se renueva el arte y la calle misma.
Entre los mismos artistas que estaban presentes, se prestaban materiales y se apoyaban, la unión y la propuesta era una, darle cara a este fascismo estético. Entre graffitis, intervenciones, fotografías y pinturas, el frontis del GAM, del Centro arte Alameda y todas las paredes del sector se revitalizan y vuelven a tener mensajes en sus superficies.
El centro Gabriela Mistral declaró que esto no fue autorizado y en su twitter condenó esto actos en contra de el arte callejero. “Como centro cultural, creemos en la integridad del arte en todas sus formas de manifestación. Condenamos este hecho que vulnera nuestra institución, nuestra libertad y que borra parte de la historia que Chile estaba escribiendo. Santiago, 19 febrero 2020” Centro Cultural Gabriela Mistral.
El centro arte Alameda también denunció los hechos contra su propiedad , mediante su cuenta de Instagram. Después del incendio provocado por carabineros, enfrentan también la censura del arte que juntaba en su entrada. Compartió una publicación sobre su situación actual y cómo se veía antes el lugar.
Esteban Barrera, director de Galería Lira, demostró su apoyo al centro cultural. Querían convocar a una intervención masiva, lo cual no fue necesario porque los mismos artistas ya llegaban durante el día. “Yo creo que es un nefasto ejercicio en contra del patrimonio histórico cultural que se está gestando en las calles. Siendo que estamos viviendo un proceso único en nuestro país. La gente se está manifestando, ya sea artista o no. Entonces este acto lo único que busca es aplacar los vestigios o todo el patrimonio que se genera en torno al movimiento social”, comenta Esteban.
A las afueras del GAM estuvimos con Claudio Caiozzi, conocido como Caiozzama, el artista, luego de instalar un Keanu Reeves, vestido como Jesús y con perritos en sus manos, dio su opinión respecto a lo que ocurrió en el sector. “No me extraña que ocurriera esto, era obvio que lo iban a hacer e iban a tratar de borrarnos ahora que se viene marzo. Van a tratar de dejar todo sin mucho mensaje. Lo que sí encuentro una falta de respeto es borrar el GAM. Porque el centro cultural está de acuerdo con que si estemos acá y que la gente intervenga. Entonces que no le hayan preguntado al GAM es lo que encuentro más terrible”, comentó.
Claudio a su vez, enfatizó en lo importante que son las intervenciones urbanas, “Lo que habla la calle es indispensable. Por ejemplo tu ves la tele y no muestra nada de lo que está pasando. Hay marchas todos los días y no lo muestran para que nadie sepa. La calle cumple una función indispensable, que demuestra que esto sigue, que no ha parado”.
Jonathan “Seco” Sánchez, grafiterro connotado, también empatizó, a pesar de no poder viajar a Santiago, mandó su mensaje de apoyo a la situación que se enfrenta hoy. “No hay que bajar los brazos ni dejarnos intimidar. Este gobierno asesino lo que busca hacer es meternos miedo y quieren hacer creer a la gente que tienen la razón. No es así. No nos cansaremos de comunicar. La reconstrucción de este país, no será pintando paredes blancas ni grises. Eso no va a ocurrir y nosotros jamás nos cansaremos de seguir haciendo arte”.
Incluso el subsecretario de las Culturas, Juan Carlos Silva, reconoció que esto es un acto violento y apoyó al GAM. A pesar de que la mayoría de las intervenciones eran contra al gobierno que pertenece, expresó que se debe apreciar las expresiones artísticas y bajo ningún punto de vista atacadas. “Solidarizamos con el GAM, que desde que se inauguró, hace ya bastantes años, ha dispuesto de espacios para la expresión artística comunitaria que tiene que ser valorada y que nuestro ministerio propicia como parte de sus principios fundamentales”, indicó la autoridad.
Felipe Cussen, Investigador del Instituto de Estudios Avanzados USACH, compartió en sus redes la siguiente reflexión: “Quienes intentaron eliminar las imágenes pintadas en los muros del GAM no parecen saber mucho de la historia del arte. En efecto, muchos artistas han recurrido a la borradura o la tachadura para establecer un diálogo con una obra previa y llamar la atención sobre su contenido o su materialidad. El caso más famoso es el dibujo de Willem de Kooning que Robert Rauschenberg le pidió prestado con la expresa intención de borrarlo. Hoy sólo se pueden observar apenas unos rastros que, sin embargo, atraen inmensamente porque nos obligan a imaginar lo ausente. Ésa es la paradoja de la censura, como explica Craig Dworkin: este tipo de intervenciones no hace más que incrementar el poder expresivo de lo que se pretendía eliminar, y subrayan un mensaje que nunca se podrá silenciar“.