Camila Aguayo es psicóloga y dirigenta de la Asamblea Feminista Plurinacional, un espacio que alberga a distintos frentes feministas de partidos políticos y organizaciones sociales feministas. En este proceso, ha enfocado sus esfuerzos en la Escuela Popular Constituyente de la Universidad de Chile.

Ha representado a su organización y a la Mesa de Unidad Social en el congreso abogando por la paridad en la convención constitucional y además, está haciendo clases particulares de Lenguaje y Ciencias Sociales.

¿Qué relevancia adquiere la conmemoración del 8M en el contexto del estallido social?

“Este 8 de marzo sin duda, marca un hito fundamental, ya que da inicio a un 2020 movilizado. Las feministas, desde ya hace muchos años hemos denunciado que el modelo neoliberal chileno precariza nuestras vidas y durante 2018 y 2019 fuimos actoras claves en la movilización.

Las demandas de la calle que exigen educación, salud y pensiones dignas son evidentemente feministas, pues sabemos que la pobreza está femeneizada. Este 8 de marzo debe estar enmarcado también en el proceso constituyente. Porque hemos dicho fuerte y claro ¡Nunca más sin nosotras!

Queremos una convención constitucional paritaria, que efectivamente garantice nuestra presencia, dejando de lado nuestra histórica exclusión de la política. Además, queremos disputar el contenido en esa convención, buscamos una efectiva Constitución Feminista. Es por esto, que la Huelga General de este 8 y 9 de marzo debe ser masiva y convocante para que efectivamente posicione las demandas feministas y de inicio a un año clave de movilización”.

¿A qué mujeres destacarías por su rol en el movimiento social?

“El movimiento feminista en su conjunto ha tenido una actoría clave en este proceso, también las feministas que hemos pujado por una paridad efectiva en el órgano constituyente y sin duda, Lastesis. Creo que además de la visibilización que alcanzó a nivel mundial tuvo el hermoso resultado de hacer sentido común importantes tesis feministas que hablan de la opresión del sistema patriarcal”.