El Director de la Escuela de Psicología de la Usach y ex ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, consideró que son un paliativo menor a la necesidad de las personas de salir a la calle para obtener recursos. Para el economista Víctor Salas, debió haberse aumentado el monto del Ingreso Familiar de Emergencia. “Están regateando soluciones”, criticó.
Respecto a las medidas para facilitar el acceso a financiamiento de las Pymes, Salas estimó que el anuncio “es más bien una preocupación expresada públicamente que una solución que pudiera llevarse a cabo en el corto plazo”.
Sobre el programa de salud mental para responder al impacto de la pandemia y las cuarentenas, Barraza lamentó que “el Gobierno solo entrega un enunciado y, así, no puede evaluarse la pertinencia de la medida”.
El Presidente Sebastián Piñera anunció en cadena nacional una serie de medidas para enfrentar la pandemia del coronavirus, en circunstancias que cerca del 45% de la población nacional se encuentra en confinamiento producto de las cuarentenas decretadas. Con esto, el Mandatario aseguró que “entramos en una nueva etapa” de la crisis.
Canastas de alimentos
De acuerdo a lo expresado por el Jefe de Estado, el Gobierno distribuirá 2,5 millones de canastas de alimentos para familias vulnerables y de clase media. Las cajas se entregarán de una sola vez y buscarán cubrir las necesidades de grupos constituidos por cuatro personas durante dos semanas, según señaló el Intendente Metropolitano, Felipe Guevara.
Para el Director de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago y ex ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, “esta respuesta de las canastas familiares es un paliativo menor al problema de fondo, que es la necesidad de generar recursos”.
El académico afirmó que la solución debió evitar que las personas se sientan obligadas, en el corto plazo, a salir a la calle para obtener recursos.
“El Ingreso Familiar de Emergencia debió haber tenido un monto más elevado”, criticó. “Las familias debían tener un ingreso garantizado de tres meses, cuyos montos no fueran decrecientes”, insistió.
Sin embargo, para Barraza, el Gobierno estaría gastando menos para proteger a las familias que, incluso, durante la crisis subprime. “Los indicadores económicos que definen la línea de la pobreza debiesen haberse aplicado: $460 mil pesos para grupos familiares constituidos por 4,5 integrantes. Ese debió haber sido el parámetro. El Gobierno tiene recursos y capacidad de endeudamiento sin que se pongan en riesgo los indicadores económicos del Estado”, aseguró.
El economista y académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Usach, Víctor Salas, concordó en que la medida no es óptima.
“El Presidente y su equipo económico han estado regateando soluciones”, consideró.
“Lo que debiera haberse establecido era un ingreso mínimo asegurado, para dar tranquilidad a las familias de que tendrán presupuesto para estos meses de pandemia y que no estarán obligados a salir a trabajar. Esta es una micro-solución”, estimó.
Pymes
Otro de los anuncios del Presidente fue un Fondo con Garantía del Estado y una red de Instituciones Financieras no bancarias para dar capital de trabajo a las Pequeñas y Medianas Empresas.
Para Salas, la medida “es más bien una preocupación expresada públicamente que una solución que pudiera llevarse a cabo en el corto plazo. Es una imagen de solución más que la solución misma”.
A juicio del economista, la banca difícilmente estará disponible para facilitar créditos a todos los pequeños y medianos empresarios que los pidan, debido al alto nivel de riesgo que suponen. “En el mejor de los casos, un 25% de quienes debieran recibir este beneficio lo harán. Hablamos de 700 mil Pymes. Mientras, un millón 400 mil empleos se ponen en riesgo”, sostuvo.
“Organizaciones como los factoring y las aseguradoras tienen recursos y pueden hacer colocaciones, pero tendrían que descuidar el riesgo. Sistemas previsionales, cajas de compensación y cooperativas de ahorro no han tomado la iniciativa antes, porque también son cautelosas con sus recursos”, agregó.
Saludable-Mente
El Presidente Piñera también comprometió la puesta en marcha de un programa especial de acompañamiento denominado Saludable-Mente, para responder al impacto de la pandemia y las cuarentenas en la salud mental de la población.
Al respecto, el psicólogo Barraza reconoció que tanto el COVID-19 como el confinamiento provocan incertidumbre, ansiedad, temor y agobio, por lo que un programa de estas características genera altas expectativas.
“Desafortunadamente, el Gobierno solo entrega un enunciado y, así, no puede evaluarse la pertinencia de la medida”, lamentó. “Lo razonable es que tenga una bajada territorial, a través de los municipios y organizaciones sociales, para permitir una intervención oportuna y psico-orientación”, consideró.
“Es difícil pensar en una plataforma tecnológica que permita realizar psicoterapia en los cánones tradicionales, pero sí asistencia y apoyo, para abordar las situaciones que viven las familias”, concluyó.