“Sea cual sea la demanda, nosotros la cubriremos. Estamos hablando de un derecho” fue lo que dijo Toni Comín, el consejero de salud de Catalunya cuando anunció que se ampliarían los servicios de reproducción asistida para atender a todas las mujeres que quieran acceder a servicio gratuito de reproducción asistida, sin importar su orientación sexual ni si son solteras o casadas.
La ley catalana en contra de la LGTIfobia que se aprobó el 2014 obligó a eliminar la restricción de que en la lista de espera para este servicio se limitaba a permitir el acceso gratuito “a parejas heterosexuales cuando haya un diagnóstico de esterilidad o indicación clínica establecida” lo que significa que se permitirá a mujeres lesbianas en pareja o solas a acceder libremente si así lo quieren.
Además de todo esto Comín anunció que también se mejorará la accesibilidad a las técnicas de reproducción asistida y así a la inseminación artificial. El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) sumará más de diez hospitales a los ocho que ya cuentan con autorización para realizar esta técnica, así las 10.000 catalanas con deseo gestaciones de entre 18 y 40 años aumentarían a 36.000.
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