Martina Tobar del Liceo 7 exigió respuestas a Hernán Larraín y dejó en evidencia que no hay ninguna explicación que justifique el asesinato del comunero mapuche.


Cerca de 400 estudiantes se reunieron en la sede del Congreso de Santiago para formar parte de un conversatorio con los tres poderes del Estado: el ejecutivo, legislativo y judicial. Si bien el encuentro pretendía informar a los escolares acerca de diferentes tópicos relacionados al ambiente político, la situación cambió cuando se dio a lugar una ronda de preguntas abiertas.

La alumna del Liceo 7, Martina Tobar, encaró a Hernán Larraín -ministro de Justicia- sobre las circunstancias que han rodeado la muerte de Camilo Catrillanca, comunero mapuche asesinado la semana por Carabineros en el marco de un cuestionado operativo policial cuyas explicaciones han estado envueltas en mentiras.

Existen incongruencias con lo dicho por las autoridades, líderes políticos y la realidad. Primero nos dicen que tuvo un balazo en la espalda y fue en la cabeza. Nos dicen que tenía antecedentes penales y no los tenía. Nos dicen que Comando Jungla grabó, pero no fue así: quien grabó fue el Gope y prefirió hacer la destrucción de la tarjeta de memoria. También se desconoce la identidad de las víctimas del hipotético delito”, comenzó con un poco de nerviosismo propio del momento. De a poco fue agarrando una confianza y valentía admirable.

“Si el Comando Jungla fue creado para combatir actos terroristas, ¿Por qué estaba combatiendo un supuesto delito común de solo autos? ¿Por qué tantos extraños malos entendidos? ¿Qué es lo que oculta ministro?” preguntó la estudiante de cuarto medio.

Tras los aplausos, el ministro se apresuró para responder de forma nerviosa apelando a que Catrillanca tenía “antecedentes judiciales”.

“Se dijo que este joven tenía antecedentes penales y no los tenía, lo que tenía eran antecedentes judiciales, porque había sido formalizado por la receptación de un vehículo hace un par de meses. Ese no es un antecedente penal (…) fue un error haberlo dicho. En ese sentido, creo que hubo un error grave”, respondió para luego condenar el actuar de los carabineros involucrados.

La respuesta generó incomodidad dentro del Gobierno y según consigna La Tercera, el presidente Sebastián Piñera habría llamado personalmente a Larraín para demostrarle su inconformidad al respecto.

Dentro del gabinete también calificaron la respuesta de Larraín como un “acto desleal” por no seguir la línea argumentativa que profesa el gobierno al respecto de la situación.

“(El caso Catrillanca) ha sido una burla a la inteligencia de la ciudadanía, de todos los que estamos enterados de lo que está pasando. Los que tengan que pagar, que paguen. Pero no solo eso, que también todo esto se traduzca en un reconocimiento a los pueblos indígenas” afirmó Tobar.

“Yo no soy partidaria de los actos violentos que ocurren en las marchas, sí soy partidaria de que el pueblo se una (…) creen que por la fuerza o matando más gente van a conseguir que el pueblo se quede callado”, finalizó.