Para sacar la cabeza de la urna, qué mejor que leer sobre Charles Manson.
Quizá una de las figuras más polarizantes de la cultura norteamericana del siglo XX, Charles Manson murió a la edad de 83 cumpliendo una condena de por vida en una cárcel de California.
Su deceso ocurrió en el hospital del condado de Kern, California, por causas naturales, informó el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California al The New York Times.
Charles Manson era uno de los líderes y asesinos más reconocidos en el mundo, que inspiró a otros criminales y hasta músicos que eligieron sus seudónimos artísticos en su honor, y que además ayudó a forjar la perfilación criminal del FBI para reconocer a otros asesinos en serie: su madre nunca lo quiso y, por eso, su vida bajo el ojo de la policía comenzó en la adolescencia. Manson nació el 12 de noviembre de 1934, llamado No Name Maddox, dado a luz por una mujer de 16 años. Kathleen Maddox, la madre de Charles, fue descrita muchas veces como una prostituta que nunca quiso a su hijo.
Manson fue criminal habitual semialfabeto, además de ser un músico fracasado, que llamó la atención de la población estadounidense a fines de 1960 por ser el líder de la llamada Familia Manson, una banda de jóvenes asesinos y ladrones del estado de California. Aunque nunca fue demostrado que Manson fuera el autor material de los asesinatos, fue condenado por nueve muertes en total, pero se hizo mundialmente conocido por los siete asesinatos que ocurrieron en dos noches consecutivas de agosto de 1969, llamados los “asesinatos Tate-LaBianca”.
De estos, su más famosa víctima fue Sharon Tate, actriz casada con el director de cine Roman Polanski, quien estaba embarazada de ocho meses y medio al momento de su muerte. Fue asesinada por cuatro de los seguidores de Manson en su casa del Cañón Benedict. Debido a la popularidad de Tate en Hollywood, el crimen atrajo la atención inmediata de la prensa, que siguió de cerca los siete meses que duró el juicio en contra de la Familia Mason, y que ayudó a enmarcar de manera negativa la contracultura de los 60, donde las banderas de lucha anti establishment fueron llevadas al extremo por estos criminales.
Manson atrajo a su culto a personas de clase media, en su mayoría mujeres jóvenes. Tal como lo declararon sus seguidores, Manson no estaba físicamente presente durante los asesinatos Tate-LaBianca, aunque ellos admitieron haber actuado bajo sus ordenes. Vinculados al satanismo, además del uso de drogas, de acuerdo a evidencia encontrada, los asesinatos incitarían una guerra apocalíptica que Manson llamó Helter Skelter, nombre que sacó de una canción de los Beatles.
Debido a que California no tiene pena capital, Manson fue condenado a cadena perpetua. Desde ahí, siempre ha negado que mandó a sus seguidores a matar y que, gracias a esto, nunca sintió arrepentimiento por lo ocurrido.