Se especuló mucho sobre el final de Game of Thrones, y la verdad, pensamos que de todos los finales posibles, uno sería transversalmente certero respecto a las teorías mencionadas: me refiero a la muerte definitiva de HBO.

HBO fue durante décadas la definición de televisión por cable con calidad premium al cautivar a su audiencia con contenido aparentemente rupturista. Sex and the city -serie que ha envejecido bastante mal y las nuevas generaciones repudian- fue en su momento la primera producción que mostró una escena recreando una masturbación femenina; Michael Jackson estrenó un especial por este canal, aumentando las suscripciones a millones de usuarios; HBO también estrenaba películas recién sacadas del cine todos los domingos, y podríamos enumerar todo lo que este canal ha entregado a su audiencia pero no lo haré (no quiero aburrirlos además no me auspicia).

HBO logró convertirse en el último eslabón de la era de la televisión por cable gracias a GOT, pero ahora que se quedó sin su producto estrella es difícil imaginar que todavía existe un espacio para este canal en plena era Netflix.

Sin embargo, nos equivocamos y nuevamente HBO demostró que se puede torcer la mano al destino (ahya).

Chernobyl -miniserie original del canal- demostró ser un arma secreta de calidad impecable que mantiene al mundo lejos de la vorágine que significó el término de GOT. Es sin lugar a dudas, un acierto que nos demuestra lo mucho que le falta a Netflix para acercarse a este nivel.

El tema es sensible. El desastre de Chernobyl es un acontecimiento que sigue cautivando a las personas por lo reciente del suceso y porque significó un gran golpe para el comunismo en la era soviética.

Existe mucha información que no conocemos, y la serie de HBO nos demuestra lo más perverso de la política mediante una historia que se asemeja mucho más al terror que al drama; Europa estuvo muy cerca del cataclismo nuclear y decenas de vidas se perdieron mediante una lucha que se volvió silenciosa por mantener la imagen de un régimen ahora obsoleto.

La producción se vuelve a ratos silenciosa, pero se necesitan de esos minutos de introspección para poder unir los cabos sueltos y e inmiscuirse en la mente de los personajes. Son tan solo 5 capítulos que por ahora, tienen a la audiencia aplaudiendo al ser una serie que demuestra ser mucho más de lo que nos promete en su adelanto.

Chernobyl le demostró al mundo que la calidad de HBO no ha cambiado y que puede extender su vida por lo menos un tiempo. HBO ha enfrentado una competencia tan fuerte que ha retomado su calidad característica para hacer frente a Netflix y Hulu, y los únicos beneficiados con esta pelea, somos nosotros.