¿Está gestando Chile su propio Trump a través de la figura de Farkas?

Spoiler: no se parecen solamente en sus peinados rubios y extravagantes y sus bronceados.

Por William Skewes-Cox *


Tiene una fortuna masiva, gustos caros, una cuenta en Twitter con millones de seguidores, un bronceado falso, cabellera famosa y dientes blancos tan blancos que parecen fuera de este mundo. ¿A quién estoy describiendo? Podría ser Donald Trump o Leonardo Farkas. Las similitudes superficiales son reales, pero además de eso Farkas y Trump operan en contextos políticos similares. Dicho esto, las razones estructurales que fueron clave en el éxito de Trump podrían tener una influencia similar si Farkas decide finalmente entrar a la política.

¿Cómo Trump se aprovechó de las nuevas tendencias en la política norteamericana? ¿Podría ser replicada por Farkas esta estrategia en Chile?

Audience member Robin Roy reacts as U.S. Republican presidential candidate Donald Trump greets her at a campaign rally in Lowell, Massachusetts January 4, 2016.REUTERS/Brian Snyder - RTX211IK

¿Por qué Trump alcanzó tanta notoriedad? La gente está cansada del establishment, de la clase dominante. La guerra en Irak, la deuda interna, la desigualdad, la pérdida de trabajos debido al libre comercio, los efectos de inmigración y la crisis subprime de 2008 son resultados del consenso bipartidario. Ningún partido político ha sido capaz, o simplemente no ha querido, lidiar con esos problemas y asumir la responsabilidad de sus costos. Washington comete los errores, pero el resto del país paga el precio. Los hijos de políticos no mueren en la guerra, burócratas y lobbystas mantienen sus trabajos incluso en tiempo de crisis económica y los banqueros terminan volviéndose más ricos, a pesar del rescate bancario de 2009.

Las peleas del pesado entre la derecha y la izquierda no son tan importantes como este nuevo eje de la política estadounidense, es decir, el establishment vs el antiestablishment.

Esto no solo ayuda a explicar el fenómeno de Trump, quién en las primarias republicanas derrotó a otros candidatos más tradicionales, incluyendo al hermano menor del ex presidente George W. Bush. Pero esto también puede explicar el éxito de Bernie Sanders, un auto declarado socialista demócrata, que casi logra vencer a Hillary Clinton en la primarias demócratas, a pesar de que ella tenía el apoyo total de los líderes del partido. Los desacuerdos tradicionales dentro del partido, por ejemplo sobre aborto, matrimonio igualitario e impuestos, ocupan un rol central en las políticas nacionales en discusión. Las diferencias de opinión entre los republicanos y los demócratas sobre estos temas continúan existiendo, pero lo que es más importante está enfocado en lo que tienen en común versus el rechazo general del sentido común de la clase política.

Al contrario de Trump, Hillary tiene el apoyo de casi toda la elite. Los grandes diarios, la industria financiera, académicos, diplomáticos, empresarios, todos ellos en su mayoría quieren que Hillary gane. En una elección diferente esto sería una señal de la candidatura de Clinton y podría fácilmente derrotar a su oponente. Pero Trump está virtualmente empatado con Hillary en las encuestas previas a los debates. Pareciera ser que mientras más grande es el apoyo del establishment hacia Hillary, más fuerte será el aliento que Trump recibirá de las personas que se han sentido olvidadas y despreciadas por la elite.

En Chile hay un decaimiento similar de la clase política y su formato más tradicional. Figuras de alto perfil de la derecha y de la izquierda han sido investigadas, o lo están siendo actualmente, por corrupción. En los últimos años hemos visto casos famosos, tal como el de la colusión del papel tissue y la industria del pollo, el caso SQM, Penta y la Ley de Pesca, escrita por los lobbystas cuando Longueira era ministro de Economía. El Gobierno de Bachelet y su prometida agenda de cambio, el cual ganó la elección con el 65% de los votos y con mayoría en ambas cámaras del Congreso, ha probado que es incapaz de cumplir con las aspiraciones de los ciudadanos. Como resultado, ha perdido el apoyo de la sociedad civil. Sus tres grandes reformas -tributaria, educación y la nueva Constitución- han dejado a todos infelices, incluso a aquellos que pelearon por ellas. Los chilenos quieren y necesitan un gran cambio. “Saquémoslos a todos”, dijeron. Y desde que no hay ninguna alternativa real en la izquierda, ¿Podemos imaginar a alguna viniendo desde afuera de la esfera política tradicional?

Volviendo a Trump, podemos resumir su plataforma en tres temas: anti inmigración, nacionalismo económicos y seguridad/crimen. ¿Podrían estos resonar en Chile? En el norte del país la inmigración es un problema real y las tensiones entre los chilenos y las comunidades vecinas, sobre todo con peruanos y colombianos, han alcanzado tal punto que hasta han habido enfrentamientos en las calles. Es más, la clase trabajadora chilena ha sufrido los efectos de la globalización y la presión negativa puesta en los salarios. Casi nada de lo que se compra en Chile se hace acá. Por último, el crimen o al menos la percepción de éste es un problema grave para el país. Esto se refleja en las encuestas, donde las preocupaciones sobre éste están como las más citadas entre ciudadanos.

Entonces, alguien como Farkas, con la independencia de hacer política a la antigua y sus propios medios para financiar su campaña, podría tener una buena chance de emerger realmente en el escenario político de Chile. Tal como Trump, con la diferencia es que su discurso va más por el lado de la filantropía y las promesas populistas que alimentarse y alimentar el odio y el resentimiento como lo hace Trump. Este personaje podría saber como generar su propia publicidad y asegurar presencia en los medios. (¿Qué es la política hoy si no una campaña de marketing? Burger King vs McDonalds, Coca-Cola vs Pepsi, Budweiser versus Miller, demócratas vs. republicanos…)

¿Pero podría Leonardo Farkas tener las mismas aspiraciones políticas? En una entrevista con la revista Caras en mayo de 2016, no rechazó la posibilidad y ha empezado a hacer declaraciones políticas, tal como criticar el actual sistema de pensiones en el país. Además registró el sitio Leonardofarkas2018. Tendremos que esperar, pero las señales ya están y la posibilidad es real. Sólo espéralo y verás, Chile.

  • William es Cientista Político de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres.
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