En Chile podemos comparar a nuestra idiosincrasia con la llegada de Starbucks. Si bien nos encontramos relativamente cerca de los mayores productores de café del mundo -Colombia y Brasil-, el café americano se ha robado la atención de las personas que aprecian tener un vaso del invento americano como signo de estatus y democratización económica.

Los chilenos hemos ganado poder adquisitivo, pero la cultura y las artes no han crecido acorde la economía de nuestro país. Se habla de una falta de políticas públicas respecto a la promoción del teatro, la danza y la literatura, cuando la verdad es que existe un mero desinterés por parte de todos en descubrir lo que nuestros artistas desarrollan temporada tras temporada.

El Teatro Municipal es un lugar emblemático, no ha perdido la grandeza de sus primeros años de inauguración y sigue mostrándose imponente frente a los edificios poco estéticos que poblaron el casco histórico de la ciudad sin regulación alguna durante los 90.

Sin embargo y a pesar de su importancia a nivel país, el Teatro Municipal debió desvincular a casi 60 trabajadores para palear la deuda de 7 mil millones de pesos que pone en boga su funcionamiento.

Créditos: La Nación.

“Estamos confiados que con el apoyo del Ministerio de Cultura y de los privados sacaremos al teatro de su crisis”, sostuvo el alcalde de la comuna, Felipe Alessandri.

Los trabajadores despedidos realizaron una intervención artística el sábado por la noche. Protestaron en contra de la situación afirmando que miembros del directorio ganan millones de pesos en comparación a los artistas que operan el lugar. La atención del público y los transeúntes se concentró en ellos, sacando aplausos y mostrándose empáticos.

Días después se inauguró el Museo de Cera de Las Condes, famoso por presentar personajes del entretenimiento y que tuvo que postergar su apertura por el pobre parecido entre los artistas y sus respectivas figuras.

Es para la risa, es cierto. No todo tiene que ser tan grave y claramente esta rareza que intenta imitar a sus símiles de Nueva York y Londres, trae ingresos favorables para sus escultores. Sin embargo, habla de un plan de urgencia donde los recursos en torno al arte funcionen de forma transversal.

Las Condes es una comuna que puede darse el lujo de presentarnos estatuas de personajes como Coco Legrand y otros humoristas, pero la cultura debe ser fomentada de forma transversal mediante una inyección de recursos equitativa. No es común que todas las comunas de Santiago se formen como un ente completamente ajeno a sus vecinos, porque algunas zonas parecen principados en comparación a otras donde sus artistas sufren luego de una vida entregada a su trayectoria.

Se puede pensar que ambas situaciones no son excluyentes, pero no es el caso. Si bien no podemos hacer nada porque las arcas Municipales actúan acorde lo entregado por sus contribuyentes, por lo menos podemos reflexionar sobre la poca equidad cultural que existe en nuestra capital y en consecuencia, en el país.