Se me ocurre que la frase más dicha en este mes + 1 semana de estallido social, movilizaciones, es “está la cagada”. Corrijo, quizá no “la más” porque hay varias que entran en esa categoría, pero si en algo pueden estar de acuerdo desde la más extrema izquierda a la derecha es justamente en “que está la cagá” aunque sus análisis respecto a las causas, el foco de qué es más grave saqueos o violación de DD.HH, y las formas de solucionar sean distintas.
Anoche, pero en realidad en la semana, se vivieron jornadas de “está la cagá” que escandalizaron a todos los sectores por igual. Violencia extrema y brutal por parte de la policía que incluyó nuevas denuncias de tortura sexual y mutilaciones. Ataque a comisarías y patrullas de carabineros. Saqueos a supermercados y hasta la quema de un mall en Quilicura (hecho que debe ser investigado con lupa porque se estuvo saqueando una semana y cuando surgió la denuncia de que en algún lugar del edificio había un centro de torturas, ardió en fuego mmm). Con estupor también vimos cómo se quemaba una dependencia del Hospital de Coquimbo.
Pero bueno, salgamos de la calle y veamos a nuestras autoridades. Porque nadie que no haya estado un segundo en las calles puede negar que hay una “ausencia total de orden público” y que eso en chileno se traduce a “está la cagá”. Aparte toda pero toda la gente anda muy sensible y los números de estados mentales alterados se elevaron hasta la estratosfera.
Pero si hay alguien que tiene que poner paños fríos, porque es su pega y en gran parte su culpa, es la autoridad. En este caso el gobierno. Y cuando no lo hacen, ni siquiera desde sus comunicaciones, ahí estamos realmente en un escenario de “está la cagá”. Cuando entran en contradicciones, son pillados en mentiras, estamos en el mismísimo horno.
¿Qué pasa cuando desde Carabineros de Chile hacen un montón de declaraciones confusas respecto de si sabían o no que los balines con los que estaban disparando tenían plomo? ¿Son torpes o quieren confundir o no están recibiendo instrucciones claras de Interior o Defensa? ¿Se están mandando solos y dentro de la institución reina el caos, como reveló el reportaje de Mónica González en CIPER?
Como sea e incluso dejando a carabineros todavía un escalafón más abajo de la jerarquía de a quién exigirle explicaciones y soluciones, quien debe hacerlo es el Gobierno.
Entonces si por un lado, aparte de algunas medidas por acá, otros bonos por allá, es evidente que han evitado hincarle el diente a las los llamados “cambios estructurales” que está pidiendo en masa y ya algo falta de paciencia ciudadania, como la regulación en las ganancias de las AFP por ejemplo. Pero no nos pongamos “políticos”.
Lo que quiero decir, y quizá me di muchas vueltas, es que cuando un Gobierno, del color político que sea, y sus Fuerzas Armadas, reniegan y rechazan informes de organizaciones internacionales de DD.HH. como Amnistia Internacional, es por que lisa y llanamente “está la cagá”.
Se perdió el pudor. La humanidad. La coherencia incluso (iba a escribir decencia) porque recordemos que los mismos que ahora poco menos que acusan a la organización de ser parte del complot comunista en su contra usaban LOS MISMOS informes de la MISMA ORGANIZACIÓN para condenar las violaciones de DD.HH. en Cuba y Venezuela.
Leí en Twitter una sentencia que es tan irónica, distópica, realismo mágica y aceleracionista que marea y da un poco de náusea: Somos oficialmente Chilezuela.
Puedes leer el lapidario informe acá.