La comunidad científica ya no sabe cómo advertir más respecto a esta peligrosa tendencia.
Gracias a los movimientos anti-vacunas, algunas de las enfermedades prevenibles, tales como el sarampión o las paperas, han vuelto y cada vez son más los científicos que están hablando contra estas personas anti-ciencia.
Este asunto está escalado tanto que el comisionado de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), Scott Gottlieb, dijo muy preocupado que las personas que se niegan de manera voluntaria a vacunarse podrían causar un nuevo brote epidémico que podría volver a poner enfermedades, que son 100% prevenibles, como una nueva amenaza, de hecho desde la Organización Mundial de la Salud dijeron que los anti-vacunas son uno de los mayores riesgos de la salud mundial.
Dos científicos se manifestaron en contra de esta situación, y escribieron una columna de opinión en el Scientific American donde explicaban que “las personas que pueden vacunarse, pero que no quieren hacerlo son tan peligrosas como los conductores que salen a manejar ebrios”.
“Ambos están en riesgo de forma egoísta, imprudente y consciente, poniendo en riesgo la vida de todas las personas con las que se encuentran”, explicaron el astrofísico Ethan Siegel y el microbiólogo Alex Berezow, vicepresidente de asuntos científicos en el Consejo Americano de Ciencia y Salud. “Su comportamiento pone en peligro la salud, la seguridad y el sustento de los transeúntes inocentes que tienen la desgracia de estar en su camino”.
Los científicos dicen que los anti-vacuna eligen poner en peligro a las personas que les rodean cuando eligen no vacunarse. Además aseguran que deben sentirse con la libertad de hacerlo, pero sólo si viven completamente alejados de la sociedad.
“¿Es eso demasiado duro? No lo creemos ”, añaden. “Si una persona quiere tocar su música a todo volumen, disparar armas de fuego, beber y conducir, se le debe permitir hacer exactamente lo que quiera: siempre que sea en su propia propiedad, lo suficientemente aislado de todos los demás. Del mismo modo, si no quiere vacunarse, quizás eso también debería permitirse, siempre y cuando acepte vivir permanentemente en el medio de la nada”, recoge el medio de ciencia Futurism.