Cifras y corazones: historia del CAE y los afectados por un crédito de consumo disfrazado de ayuda estatal

El régimen militar tardó un día en arruinar el futuro de la educación chilena y endeudar a casi un millón de jóvenes por montos impagables.

24 horas antes de dejar el poder, la Junta de Gobierno aprobó la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza en marzo de 1990 y dejaba al Estado como mediador entregando la labor de educar a las organizaciones privadas. El resultado fue una degradación sistemática de la educación pública chilena.

Salas descuidadas, bajos sueldos para los profesores, lucro desmedido de los dueños de establecimientos subvencionados y muchas otras falencias, hicieron estallar con fuerza el primer movimiento estudiantil el año 2006.

En este contexto y para garantizar el acceso de jóvenes de clase media  que no podían optar al Fondo solidario de crédito universitario para acceder a la educación superior, se creó el Crédito con Aval del Estado (CAE), bajo el mandato de Ricardo Lagos.

El CAE se presenta a sí mismo como un “beneficio del Estado” que se otorga a estudiantes que acrediten mérito académico y que necesiten financiamiento para costear su educación superior. Pero las fallas suponen una catástrofe política y social y hoy día son miles lo que piden con urgencia su reemplazo y la condonación total de su deuda. En total, suma una deuda de $3,44 billones de pesos involucrando a 740 mil ex estudiantes que no pueden con las cuotas mensuales que estipula el acuerdo, debido a carreras poco rentables que entregan sueldos que casi no sobrepasan el mínimo.

La notificación del banco para comenzar a pagar llega a los 18 meses de estar egresado (no titulado) y así  la persona beneficiada tiene tiempo de buscar trabajo. Las cuotas, según las modificaciones realizadas por el gobierno de Sebastián Piñera el año 2012, no pueden exceder el 10% del sueldo y cuentan con un interés del 2%.

Pero lo anterior es falso.

El 2% de interés solo es aplicable si el egresado llega a pagar dentro del tiempo establecido directamente en las sucursales correspondientes. Ante el menor retraso, vuelve a aplicarse el 6% de interés generando un cobro excesivo que no perdona justificación alguna.

Deudores CAE

El caso del abogado Roberto Méndez da cuenta de ello:

“Mi padre se enfermó de cáncer y posteriormente falleció. Pedí un CAE de dos millones y me atrasé en pagar dos cuotas debido a las circunstancias y cuando acudí al banco Scotiabank para regular mi situación, me cobraron la deuda completa que ascendió a cinco millones de pesos y me demandaron ejecutivamente” cuenta Roberto. Luego de esta experiencia creó el grupo de Facebook “Deudores CAE” para entregar asesoría legal a los perjudicados.

Tampoco todos los bancos ofrecen la posibilidad de pagar online, comprometiendo las obligaciones diarias de miles de deudores que deben estar en la sucursal entre 9 de la mañana y 2 de la tarde.

Además el 10% es excesivo para carreras que entregan bajos sueldos endeudando a los supuestos beneficiados por 20 años.

“El arancel de mi carrera subió 200 mil pesos al año y con ello mi deuda con el CAE. Fui al banco a regular mi situación luego de los dos años de egreso correspondiente y debo pagar 50 mil pesos durante 20 años” cuenta Macarena, profesora de educación física en Viña del Mar.

“Gano 300 mil pesos que se dividen de la siguiente forma: 150 en arriendo, 52 para mi deuda, y el resto se divide entre comida y transporte” agrega.

Por otra parte, están las denuncias sobre hostigamiento que realizan los bancos a los acreedores, por montos ridículos.

“Pedí un CAE por 700 mil pesos y debo pagar unos ridículos 9 mil pesos mensuales durante 10 años” afirma Sebastián Contreras, egresado de Pedagogía en inglés.

“Llevo dos años pagando siendo acosado todos los meses con tres llamadas al día si me demoro un poco en hacer la burla de depósito. Ante el hostigamiento, mi familia se siente culpable por no tener 700 mil pesos y quedar en esta situación” agrega.

Muchas personas se han sometido a la nueva Ley de quiebra y La ley de insolvencia para no pagar el CAE. Los tribunales en primera instancia han acogido la situación y han decretado el no pago de la deuda. Sin embargo, los bancos han apelado y mientras no se pague el monto la persona seguirá en DICOM .

Como del banco nadie se salva, la única opción es que el Estado condone la deuda como lo ha hecho en otras oportunidades como el “perdonazo” de 125 millones de dólares realizado a la empresa  Johnson’s el año 2012.

Pero esta opción tampoco es realista. El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, aseguró durante la cuenta pública este 1 de junio que la deuda no será condonada bajo ninguna circunstancia.

Para Tomás Leighton, militante de Revolución Democrática, las medidas del gobierno son insuficiente, considerando que están enfrentando un problema que ellos mismo crearon.

“Cuando la banca está en crisis el Estado ayuda, pero no en el caso de estudiantes desprotegidos dejando en evidencia que dentro de sus prioridades en política no está la educación” aseguró.

Los candidatos presidenciales tanto de izquierda como de derecha anuncian el término del infame préstamo pero sin especificar cual llegará como reemplazo.

“El CAE solo logró el enriquecimiento de la banca. Su reemplazo no está claro y como movilización social debemos estar alerta para que no se repita esta política sin éxito que tiene más endeudados que egresados el día de hoy” finalizó.

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