Es hora de hablar, en términos fáciles, de la economía circular. Porque aunque el nombre te pueda dar un poco de flojera a simple vista, es más simple y útil de lo que crees. El profesor de Harvard y miembro de Algramo, Brian Bauer, viene a derribar algunos mitos que necesitamos despejar en tiempos de crisis climática. 

En un contexto de crisis climática donde distintos organismos internacionales alertan de que estamos llegando a un punto de no retorno, aparecen alternativas que podrían ayudar a disminuir el impacto del consumo humano en el medio ambiente. Eso propone Algramo, una empresa chilena que trabaja con la economía circular. Así, disponen de insumos de la vida diaria en formato a granel, para que así puedas reutilizar, por ejemplo, los envases de tus productos de aseo o de la comida de tu mascota más de 30 veces

El profesor de Harvard y experto en sustentabilidad, Brian Bauer, forma parte del equipo Algramo y nos contó todo sobre lo que necesitas saber sobre economía circular. Que no te asuste el concepto economía, porque aquí él lo explica en palabras fáciles. Es hora de reducir tu huella en el medio ambiente. 

Brian Bauer, profesor de Harvard.

¿En qué consiste la economía circular?

“Es una pregunta difícil porque hay cientos de definiciones diferentes de economía circular, y hay un montón de variaciones sobre lo que es. Pero si tengo que hacerlo más simple y rápido, sería: tomar cualquier material presente en la economía y usarlos de tal forma que mantienen su mayor valor económicamente; ayudando a la gente por el mayor tiempo posible. Luego hay que averiguar al final de su vida útil una estrategia para que este tenga un impacto mínimo en el medioambiente”

¿Cómo es que la economía circular se relaciona con el wish-cycling y el uso de los plásticos?

“Muchas personas piensan que la economía circular es una versión 2.0 del reciclaje, pero lo que realmente queremos con esto es evitar reciclar por el mayor tiempo posible, sino que usar algo una y otra vez por mucho tiempo, y que en el último minuto y sólo cuando es absolutamente necesario, se recicle.

Por otra parte, el wish-cycling es cuando se piensa que todo es reciclable, que todos los plásticos lo son. Técnicamente, cualquier tipo de plástico lo es, pero no de manera económica. Alguien tiene que pagar por eso porque no genera suficiente valor económico para ser reciclado y pagarse por sí mismo, por lo que termina tirado en basurales o convertido en cenizas para generar energía. Esta es una forma desafortunada de manejar los recursos y termina por confundir a la gente”

El plástico no es el problema, sino cómo lo usamos ¿Qué impacto quieren tener en el futuro con esta estrategia?

“Lo que hacemos es trabajar con el plástico y transformar su principal externalidad negativa – el hecho de que dure por mucho tiempo y termine en el medioambiente-, para que este se quede en la economía y no en la naturaleza. De ahí re-usamos ese empaque por mucho tiempo. Por ejemplo con una marca de detergente con la que trabajamos, algunos de nuestros clientes han rellenado sus contenedores de 30 a 35 veces, y cada vez que lo hacen eliminan la necesidad de producir una botella virgen, y al mismo tiempo que se subsidie y pague por el costo de su reciclaje o manejo”

En ese sentido, la tecnología es una aliada. 

“La tecnología es una herramienta crítica para lograr que la gente actúe y haga lo correcto. Por el lado de las marcas podemos usar la tecnología para vender sus productos de manera más eficiente, ahorrando y reduciendo su impacto ambiental. Esto  permite que los consumidores entiendan el impacto que generan al usar la plataforma de Algramo. Aquí comprar es más conveniente y simple”.

Recientemente Chile aprobó una Ley que prohíbe los plásticos de un solo uso. ¿Es esta la forma de mejorar nuestra estrategia y transicionar a una nueva economía de plásticos?

“Chile está liderando este escenario a nivel global, y mucha gente aquí no se da cuenta que es visto como un país progresista y líder. Es impresionante que este país esté tomando estas decisiones, y que lo esté haciendo de una manera inteligente y sistemática, donde están enfocándose en un tipo de plástico que quizás no necesita usarse. Deshacerse de él y luego evolucionar la estrategia es una manera muy inteligente de abordar el problema, así como una buena forma de lograr que la gente se de cuenta de los beneficios de usar el plástico adecuadamente, así como lo hacemos en Algramo a través de nuestra plataforma”

El cambio climático está en una situación crítica. ¿Cómo podemos ayudar desde la economía circular?

“Muchos no se dan cuenta de que hay una relación muy estrecha entre los gases de efecto invernadero y este material. El 7% de todos los hidrocarburos que se producen en el planeta, se emiten al hacer plástico. Los empaques de productos tipo CPG (productos de consumo masivo) que son los que Algramo vende, pertenecen al 40% de todo el plástico que se usa en el mundo. Entonces si logramos re-usarlo y eliminar la necesidad en el mercado de producir más, podemos reducir significativamente las emisiones de gases tipo invernadero, por lo que unámonos y rellenemos el futuro”

Mito derribado: el problema no es el plástico, sino cómo lo usamos. Formar parte de la economía circular es fácil y darle vida útil, no sólo a los recipientes que usamos, sino a todo, es parte del compromiso que debemos hacer para prolongar una vida sana para nosotros y nuestros ecosistemas. 

Revisa el video que hicimos de su entrevista aquí y compártelo para amplificar su mensaje:

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