El proyectil de la empresa SpaceX lleva orbitando en el espacio exterior desde 2015. Según los expertos, esta sería la primera vez en que un objeto tecnológico proveniente de la Tierra llegue a la Luna de manera involuntaria. Conoce los detalles de cuándo ocurrirá el impacto en el siguiente artículo.
En febrero de 2015, la empresa SpaceX de Elon Musk lanzó un cohete tipo Falcon 9 desde Florida, Estados Unidos, hacia el espacio exterior. La misión conocida como Dscovr tenía el objetivo de impulsar un satélite con fines meteorológicos, pero a pesar de que el proyectil llegó hasta la órbita, este no guardó suficiente combustible para volver. Aquello provocó que los restos del objeto siguieran dando vueltas desde la fecha de su despegue, una situación que ha preocupado a la comunidad científica y que diversos expertos han estudiado con el propósito de seguir su paradero.
Según manifestó esta semana el especialista en rastreo de objetos espaciales cercanos a la Tierra, Bill Gray, el cohete chocará contra la luna el próximo 4 de marzo, con una velocidad aproximada de 2.58 kilómetros por segundo, mientras que estima que la carga tiene un peso de cuatro toneladas en forma cilíndrica y con 16 metros de largo. Aun así, realizó un llamado a otros entendidos en la materia para que analicen las posibles variaciones que factores como la luz solar podrían generar en su cálculo.
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En caso de concretarse, esta sería la primera vez en que un objeto tecnológico proveniente de la Tierra llegue a la Luna de manera involuntaria. Según manifestaron desde la NASA, los satélites cercanos a la zona se encuentran pendientes de medir el impacto del golpe y sus efectos, mientras que este no se verá desde la Tierra, debido a que ocurrirá durante la fase de luna nueva, es decir, en la cual es cubierta por la oscuridad desde la perspectiva terrestre.
Desde el organismo, también informaron que el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha detectado más de 27.000 desechos orbitales en la atmósfera, los cuales podrían afectar en los viajes espaciales que se realicen desde el planeta hacia el espacio exterior y a esa cifra se le suman muchos más que aún no pueden ser rastreados debido a su tamaño.