La campaña se llama “Come save me” y es un intento desesperado de poner un poco de atención sobre el drama que viven.
Mientras en buena parte del planeta los niños andan felices y medio hipnotizados buscando criaturas digitales, hay otro montón muriendo, quedando heridos, o huérfanos.
Las imágenes muestran a niños de Hama e Idlib, ciudades que durante años han sido objeto de intensos combates y bombardeos aéreos y se encuentran bajo las fuerzas que se oponen al presidente Bashar al-Assad.
Es para morirse de pena.
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