Aunque cueste creerlo, durante la Edad Media se creía que los restos humanos que provenían del Antiguo Egipto tenían propiedades medicinales de otro mundo. Es así cómo las momias egipcias se vendieron como un medicamento más en todas las boticas de Europa por más de 500 años.

Hubo un periodo de la historia en que se pensaba que comer cadáveres podría curar cualquier mal de salud. 

Tal como lo estás leyendo, durante casi 500 años las momias egipcias fueron utilizadas como un medicamento recetado en Europa.

El nombre que se le otorgó a este producto fue “mumia”, y fue creado por medio de cuerpos que estaban momificados. El consumo de estos restos humanos fue transversal en todas las clases sociales y estratos socioeconómicos, dado que eran sencillos de comprar en cualquier botica del continente europeo.

Se dice que la manía por los muertos del Antiguo Egipto se inició durante la Edad Media. A partir del siglo XII, los farmacéuticos de ese entonces comenzaron a moler restos de personas fallecidas que habían llegado hasta las orillas del Nilo.

Foto: Dynamichrome.

¿El motivo? Se creía que estos restos tenían propiedades medicinales de otro mundo. Esa idea quedó tan arraigada en Europa, que las momias fueron recetadas como un medicamento común y corriente por los siguientes 500 años.

En entrevista con la revista The Conversation, Marcus Harmes, académico de la Universidad de Southern de Queensland, explicó que “la fe en que las momias podían curar enfermedades llevó a que, durante siglos, las personas ingirieran algo que sabía horrible”

“En un mundo sin antibióticos, los médicos recetaban cráneos, huesos y carne triturados para tratar enfermedades, desde dolores de cabeza hasta reducir una hinchazón o curar la peste”, agregó Harmes.

No fue hasta el siglo XIX que las personas dejaron de comer cadáveres como una solución a sus problemas de salud. Sin embargo, los restos humanos que provenían de Egipto siguieron siendo una gran atracción para la sociedad victoriana de Inglaterra, quienes los utilizaban como una entretención durante fiestas privadas al interior de los hogares.